El País Vasco coloniza el centro de [la localidad andaluza de] Chiclana con aizkolaris y marmitako[con motivo del Día Mundial del Turismo, dedicado aquí al País Vasco] (en Diario de Cádiz)

D. Martínez/Chiclana. Chacolí y marmitako fueron las sustancias, líquida y sólida, que aderezaron durante la mañana de ayer los actos organizados por el Ayuntamiento de Chiclana con motivo de la celebración del Día Mundial del Turismo, evento que este año ha iniciado una nueva etapa coincidiendo con el cambio de gobierno que se ha producido en la ciudad.

La primera apuesta de esta nueva etapa, que vivió su prólogo en la tarde del pasado jueves con el acto institucional celebrado en el Museo Paquiro, tuvo como protagonista al País Vasco, territorio al que se había dedicado en exclusiva la fiesta de este año. Su cultura, su música y su deporte estuvieron presentes durante buena parte de la mañana en las principales calles del centro.

El primer exponente, el más madrugador, fue la música, con la exhibición que protagonizó una pareja de jóvenes a lo largo de toda la calle La Vega, donde se pudieron escuchar instrumentos tan inusuales en esta zona como la alboka, el pandero, el triki-tixa o el txalaparta, éste último confeccionado con maderas de extrema dureza y con el que se consiguen unos resultados espectaculares.

Fue precisamente la madera el siguiente protagonista, ya que sirvió de base para la demostración de unos de los deportes más populares del País Vasco, la aizkora, o lo que es lo mismo, el corte de troncos. Dos aizkolaris, personajes que aquí traduciríamos por leñadores, se bastaron por sí solos para demostrar a los cientos de espectadores congregados que no hace falta utilizar una motosierra para cortar un tronco de más de medio metro de diámetro si a nuestro lado tenemos un vasco. Eso sí, sudar sudaron como cualquier chiclanero. O más. Será porque tuvieron que cortar no uno, sino varios.

Y por si no bastaba con esta exhibición de fuerza, Mikel Saralegui decidió entrar en escena para demostrar por qué tiene en su poder el récord de levantamiento de piedra. Su marca está en 329 kilos. Es decir, que cuando aumente esta cifra en otros 20 kilos será capaz de levantar por sí solo y en peso un coche de los que se conducen sin carnet. A pesar de su fortaleza, también demostró que sabe colocarse una corbata, aunque en el País Vasco el significado de corbata sea el de girar sobre el cuello repetidas veces una piedra de cien kilos de peso, que es lo que hizo ayer Saralegui.

Y para el final, nada mejor que la comida y la bebida para reponer fuerzas. Aquí entró en escena la gastronomía del País Vasco, con una degustación de marmitako (un guiso de patatas y atún) y chacolí, vino típico del País Vasco, en la que participaron decenas de chiclaneros y turistas.

(publicado el 30-09-2007 en El Diario de Cádiz)

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