Daniella Timpton (derecha) participó, por vez primera, en el baile de Mikel Deunaren Ezpata Dantza, junto a sus tíos Lisa y Enrike Corcostegui (Foto: Kim Barinaga)
La Casa Vasca de Ontario (Oregon, EEUU) celebró el pasado sábado, por tercer año consecutivo, la fiesta en honor a San Miguel. “Muchos de nuestros antepasados fueron bautizados en la iglesia de San Miguel, y por eso decidimos organizar esta celebración”, señala a EuskalKultura.com Lisa Corcostegui, presidenta del centro. Algo más de 60 personas se acercaron a la fiesta para disfrutar de la misa, de bailes vascos y de una buena comida.
Ontario, EEUU. La celebración estaba planeada para el exterior, en un parque cercano a la euskal etxea pero un fuerte viento obligó a la organización a trasladar todo al interior. A pesar de ello, la celebración de este pasado fin de semana ha sido la más numerosa hasta la fecha: en 2013 unas fuertes lluvias complicaron la primera fiesta; el año pasado se logró un éxito relativo de público; y este sábado más de 60 personas se acercaron a la casa vasca, entre ellos incluso gente llegada desde Boise, en el vecino estado de Idaho.
Entre ellos estaba el padre Antton Egiguren, desde hace algo menos de un año nuevo vicario de la catedral de St John, en la capital boiseana. Y junto a él, y por primera vez también, Joseph T. Mudakodiyil, el párroco local, se unió a la celebración vasca. La misa fue dicha y cantada en euskera y en inglés, y el hecho de que Aita Joseph se animase a cantar en euskara gustó a los presentes, tal y como Corcostegui ha indicado a este boletín. Durante la celebración, la propia presidenta, su marido Enrike Corcostegui y su sobrina Daniella Tipton bailaron el Mikel Deunaren ezpata dantza.
San Miguel txiki
Tras la misa, y una vez amainado el viento, la gente salió al exterior de la sede a disfrutar de la Ezpata dantza al completo. Y, además, siguiendo la tradición, también apareció San Miguel txiki: una niña encarnando al santo. Este año la niña fue Maite Stringer, quien tomo el testigo de Luke Barinaga, quien protagonizó el txiki el año anterior. Maite es, a su vez, hija de Sage Benintendi-Stringer, profesora de danzas del grupo Beti Alai, del club.
La comida se sirvió sobre las 13:00 horas: ensalada, paella, bocadillos de chorizo, pudding de arroz y bebidas. Y a pesar de que el programa indicaba que habría juegos y competiciones deportivas por la tarde, el público no pareció demandarlos y finalmente no se llevaron a cabo. Ello no fue óbice para que la presidenta Corcostegui se mostrara satrisfecha con el desarrollo de la jornada.