El Museo Vasco de Bilbao recuerda la figura de Jesús de Galíndez a través de la exposición Galíndez Missing

Jesús de Galíndez fue una de tantas miles de personas que sufrieron el exilio tras la guerra civil española. Escritor y político, defendió las filas republicanas en Madrid al principio de la guerra y formó parte de la delegación de Euskadi en la capital española. Más tarde se vio obligado a huir, a la República Dominicana y posteriormente a Nueva York, donde denunció al régimen del dictador Trujillo, por lo que en 1956 fue secuestrado, torturado y asesinado por órden de aquel. Al cumplirse el medio siglo de su desaparción, la Fundación Sabino Arana ha queriudo recordarle mediante una exposición en el Museo Vasco de Bilbao bajo el título Galíndez Missing. Askatasunen aldeko borrokalaria (Defensor de las libertades).

Han pasado 50 años desde que Jesús de Galíndez fuera secuestrado en Nueva York por orden del dictador dominicano Trujillo, con aparente ayuda de la CIA. Esta emblemática figura del exilio, miembro del Partido Nacionalista Vasco, será recordada en el Museo Vasco de Bilbao hasta el próximo 27 de febrero a través de la exposición Galíndez Missing. Askatasunen aldeko borrokalaria o, traducido al castellano, 'Galíndez Missing. Defensor de las libertades', muestra que pretende reflejar y recordar los diferentes aspectos del escritor durante su corta pero intensa vida.

El lehendakari Ibarretxe ha sido el encargado este pasado jueves de inaugurar la exposición de uno de los personajes más conocidos y más misteriosos del exilio vasco. La exposición abarca más de 250 metros cuadrados repartidos en cuatro partes bien diferenciadas. En ellas se ofrece la oportunidad de conocer el expediente completo del FBI sobre el caso Galíndez, así como testimonios de personas que lo conocieron, libros y escritos suyos, dos vídeos, puntos interactivos que muestran diversa información y varias cartas escritas de su puño y letra.

Este vasco nacido en Madrid se encontraba en la capital española cuando las tropas fascistas entraron en ella, por lo que se incorporó a las filas republicanas. Formó parte de la Delegación de Euskadi en Madrid y al terminar la guerra en 1939 partió al exilio. Escapó a la República Dominicana y más tarde a Nueva York, donde desempeñó el cargo de delegado del Gobierno Vasco en esa ciudad. Galíndez fue amigo íntimo y cercano colaborador del lehendakari Agirre.

Su paso por la República Dominicana

Durante sus años de exilio en ese país caribeño, Galíndez reunió datos e informaciones acerca del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Al trasladarse a Estados Unidos presentó su tesis doctoral en la Universidad de Columbia, donde trabajó como profesor, bajo el título 'La era de Trujillo'. En ella Galíndez describía y pasaba revista a los abusos cometidos por el dictador, denunciando sin tapujos al régimen y sus continuas violaciones de los más elementales derechos civiles.

El dictador no perdonó esa postura a Galíndez, por lo que habría ordenado su secuestro en Nueva York y su traslado en avioneta hasta la República Dominicana, para ser allí torturado y finalmente asesinado. Al día de hoy el cuerpo del delegado vasco sigue sin haber sido hallado, aunque su recuerdo persiste a través de sus escritos y de la herencia intelectual e ideológica que sembró. La Fundación Sabino Arana le recuerda con esta muestra en el cincuentenario de su desaparición, en la que destaca 'su labor en favor de los derechos y libertades de los oprimidos'.

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