Donostia-San Sebastián. Este es el texto del escrito de respuesta que el Instituto Vasco Etxepare dirige a Alex Mendizabal.
La Associazione Culturale Euskara lleva años trabajando en Roma alrededor de la enseñanza del euskera, y constituye por tanto una noticia muy agradable que su labor le haya valido este año el premio ENE de Eusko Ikaskuntza.
En declaraciones realizadas por su responsable, Alex Mendizabal, a propósito de la recepción del premio, se mostraba insatisfecho con la relación mantenida con el Instituto Vasco Etxepare.
En lo que se refiere a la enseñanza del euskera, al igual que HABE es responsable de la gestión de la red de euskaltegis en las euskal etxeas del mundo, la función del Instituto Vasco Etxepare se centra en la formación de nivel universitario. En este contexto, el hecho de que en 2014 el Instituto dejase de apoyar económicamente al centro UPTER de Roma no obedece en ningún caso, como ha indicado Mendizabal, a una decisión tomada ”sin realizar ningún tipo de debate o reflexión”. El último pago no se realizó porque no se recibió la correspondiente justificación. Ese año, en 2014, la propia asociación ACE decidió comenzar a impartir clases en la universidad Roma 3. La oferta en cuestión consiste en 18 horas lectivas por semestre, fuera de curriculum y abiertas a cualquier persona interesada. Y además estas clases cuentan ya con otra vía de financiación, de la mano de HABE, que pertenece precisamente al mismo departamento del Gobierno Vasco que el Instituto Vasco Etxepare.
El Instituto Vasco Etxepare gestiona una red de profesores de Lengua y Cultura Vasca en universidades de todo el mundo. Y en esa red priorizamos las clases incluidas en el curriculum, siguiendo los procedimientos habituales en cualquier universidad (fomento de la investigación, organización de congresos, colaboración con otros departamentos, etc...) Uno de los objetivos del Instituto es la óptima gestión de sus recursos, que son irremediablemente limitados. Año tras año el Instituto trata de mejorar, y por tanto otorga prioridad a los resultados, la excelencia académica y la presencia curricular. En los últimos años el número de matrículas ha aumentado en un 52 %.
Las razones de no haber apoyado en los dos últimos años otro proyecto de ACE, la editorial Libe, son igualmente claras: en la edición del año 2014 la editorial presentó la documentación fuera de plazo; y en 2015 el presupuesto de la convocatoria no fue suficiente para financiar todas las solicitudes presentadas, resultando subvencionados proyectos que obtuvieron una puntuación superior. Sin embargo en 2013, recién creada la editorial, Etxepare otorgó subvenciones a tres publicaciones de la misma.
Sin duda a Etxepare debe exigírsele transparencia; así se le exige y así responde siempre el Instituto, ofreciendo todos los detalles de su gestión tanto ante su Consejo de Dirección y su Patronato como ante el Parlamento Vasco. Nuestras cuentas y actividades son públicas y así se justifican: públicamente. Y el Instituto siempre tendrá sus puertas abiertas para aclarar cualquier duda o para debatir de modo cordial. Por nuestra parte queremos felicitar a la asociación por el premio recibido, y hacerle llegar un afectuoso saludo, en la confianza de que en el futuro tendremos ocasión de desarrollar proyectos conjuntos.