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El grupo de jazz Amaraun acaba de regresar de Estados Unidos tras una gira de diez días [seis conciertos y una jam session] por los estados de Vermont, Massachusets y Nueva York, en el Este norteamericano. Satisfechos y animados, la experiencia les ha servido para comprobar el interés que este tipo de música, que ellos elaboran, en su caso basándose en melodías tradicionales vascas pero con arreglos de jazz, suscita en otras tierras. En diálogo con el diario Gara han realizado un balance de su intenso viaje de diez días al Este norteamericano.

Han sido seis conciertos en diferentes locales y ante un público muy variado, toda una experiencia que Ander Erzilla, componente y fundador del grupo, califica de «muy positiva». «Para nosotros, ha supuesto poder tocar delante de un público diferente, que estaba predispuesto a escuchar cosas como éstas, y, por otro lado, nos ha permitido compartir la música con profesores y alumnos de jazz».

La invitación para actuar en Estados Unidos surgió de la Putney School de Vermont, a 300 kilómetros al norte de Nueva York, y la gira ha sido posible gracias a la subvención del Departamento de Cultura del Gobierno de Lakua. El primer concierto lo dieron en el Auditorio del campus de Putney, donde también participaron en un encuentro con profesores y alumnos de jazz. El segundo recital tuvo lugar en el Vertmon Jazz Center, donde compartieron con músicos de la ciudad una jam session. «Se juntó una fauna increíble y nos medimos muy bien. Uno siempre acude a un lugar así con un poco de miedo, porque se supone que vas al centro mundial del jazz, pero como ocurre en todas partes, hay músicos de diferentes niveles y hay sitio para todos», comenta Erzilla.

Nueva York, Vermont, Massachusets...

De Vermont saltaron a Massachusets, donde tocaron en el Williams College. «Cuando llegas allí, lo primero es ubicar al público y explicarle de dónde vienes. Una vez expuesto donde está Euskal Herria y sus características de lengua y cultura propias, localizan las influencias musicales. Ver que lo que haces tiene más que ver con lo celta que con la música del sur de España les rompe un poco los esquemas». A partir de ahí, el interés se disparaba. «Para ellos, el jazz es una disciplina muy academicista. Al escuchar cosas diferentes se sorprenden». De hecho, acaban de llamarles de la principal emisora de jazz de Denver (Colorado) para reclamarles un disco porque están interesados en pincharles.

Los últimos conciertos los dieron en Nueva York y alrededores: en el Bobery Poet Club, en el Coffee and Tea Cup Club de Montclair (New Jersey) y en la Euskal Etxea de Nueva York. «En todos tocamos muy a gusto, con un público muy interesado. El último, además del más numeroso, fue especial porque la gente se conocía las melodías y nos sentimos como en casa».

Formado por dos miembros de Durango, Ander Erzilla (oboe) e Iñaki Jaio (batería), uno de Iruñea, Javier Olabarrieta (piano), y uno de Gasteiz afincado en Bilbo, Txubio Fernández de Jauregi (contrabajo), Amaraun es un cuarteto inclasificable que hurga en las raíces del folklore vasco para aventurarse en terrenos del jazz. Su carácter innovador les ha deportado muy buenas críticas, pero no les ha abierto las puertas del ya de por sí pequeño circuito de jazz de Euskal Herria. «Si no estás etiquetado como world music, como jazz o como lo que sea, no entras en las listas de internet, no tocas en los circuitos... Nosotros no hemos tocado en ninguno de los locales de jazz del país y nuestros conciertos están muy espaciados en el tiempo».

(publicado el 22-12-2004 en el diario Gara)

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El grupo de jazz Amaraun retorna de EEUU: «Hemos encontrado un público muy predispuesto e interesado»

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