diáspora y cultura vasca
28/12/2010
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Buenos Aires, Argentina. Teresa de Zavaleta nació en Arrecifes y allí vivió durante 18 años. Posteriormente, su lugar de residencia ha sido la capital porteña, si bien no ha dejado nunca de participar en la euskal etxea de su pueblo. Con espíritu emprendedor, su esfuerzo ha llevado el euskera a varias ciudades de la provincia de Buenos Aires, entre otras, Pergamino, San Isidro, José C. Paz y Capitán Sarmiento. Sin embargo al lugar al que siempre vuelve es al Euskaldunak Denak Bat de Arrecifes. Sin duda, allá donde se necesite una profesora de euskera, Teresa de Zavaleta acudirá entusiasta, con un dinamismo y una fuerza interior dignos de envidia.
-¿Desde qué euskal etxea asististe al primer barnetegi realizado en Macachín?
Fui en representación de Euskaldunak Denak Bat de Arrecifes, euskal etxea en la que participo desde muy pequeña.
-¿Cuál era la situación del euskera en la institución antes de que comenzaras el programa?
No había clases formales y no quedaban más que dos o tres personas, casi nadie que lo hablara. El único maestro que conocí fue Don Lucio de Etxaniz, que junto con las danzas nos enseñaba canciones, saludos, los números, etc.
-¿Cómo fue que decidiste participar de la convocatoria?
Hacía un año que Alicia Azarola me había convocado para impulsar el grupo de adolescentes del centro; hacíamos un boletín de cultura vasca y noticias, aprendíamos danzas, pero nos faltaba el euskera. Cuando me invitaron soñé con enseñar las danzas en euskera. Recordé al docente integral que fue don Lucio, pensé en la huella que él nos había dejado con clases esporádicas, vi la fuerza de un proyecto sistemático, que los jóvenes vieran la cultura vasca como lo que es, algo integrado: euskera, danzas, costumbres, historia, con una toma de conciencia permanente de la situación política de Euskal Herria. Las distintas comisiones de la euskal etxea de Arrecifes impulsaron el proceso y hoy hay muchos docentes integrales que conocen y aman lo vasco y lo transmiten con pasión salidos del semillero arrecifeño.
-¿Sabías algo de euskera antes de comenzar?
Canciones, números… Eso sí, las malas palabras en euskera las sabíamos todos.
-¿Cómo eran aquellos barnetegis de tres meses a los que asististe como alumna?
Exigentes, intensos, de mucho trabajo y estudio, con un grupo humano complejo, inteligente, responsable. Pero, Macachín con esa magnífica infraestructura nos brindaba muchos momentos de deporte y entretenimiento. Recuerdo la calidez de la gente de allá, Iñaki Unamuno y su mujer, Alazne, y Alejandro Iruretagoyena, sin ellos hubiera sido muy difícil. Y los cursos que se hicieron en Tandil también estuvieron muy bien organizados. Miren José Uriarte, una de las profesoras que vino de Euskal Herria para darnos clases, fue una docente muy exigente y Gurutze Arrieta, la otra profesora, aportaba lo folclórico; ambas nos transmitieron la importancia de tomarnos en serio el euskera y el proyecto.
-Concluido el primer barnetegi de 1990 la mayoría de ustedes comenzó a dar clases en su centro vasco, ¿cómo fue esa experiencia?
Muy difícil, yo tenía una base muy frágil porque no había llevado conocimientos previos, pero en Arrecifes todo el mundo estaba ávido de conocer el euskera así que a medida que daba clases iba fortaleciendo mi propio euskera. Comencé con clases formales siguiendo la programación con un grupo de adultos, y otro de adolescentes, y con los txikis por supuesto pero entre bailes, juegos y canciones, sin disociar el euskera de la danza. Miren Josu montó una organización de seguimiento de las clases que dábamos y de nuestro euskera. Nos convertimos, sin pensarlo, en alumnos-docentes.
-¿Cuál ha sido posteriormente el recorrido que hiciste por el mundo del euskera?
Ese mismo año di clases todas las semanas en Pergamino a adultos y adolescentes. Luego en Buenos Aires en Euskaltzaleak, -- donde continúo--, en la casa de Cultura de San Isidro, en José C. Paz -- en el centro vasco y en el instituto municipal--, en algunos barnetegis de los que organiza FEVA en el contexto del programa, y hasta este año en el Laboratorio de Idiomas de la UBA. En Arrecifes he continuado dando clases cada dos semanas, y este año en especial estoy muy contenta porque hay un grupo de adultos muy capaz y motivado,-- grupo al que se suma gente de Capitán Sarmiento, San Nicolás y Pergamino--. Solemos decir que con gente con esta actitud en Arrecifes el euskera no se perderá jamás.
- Además de dar clases te has dedicado a preparar material didáctico especialmente pensado para alumnos de la diáspora…
Sí. En el año 1996 entré en crisis con la enseñanza del euskera: sentía que el alumnado no avanzaba y que habíamos agotado los recursos. Y ahí salió la profesora de Historia que hay en mí y confeccioné treinta unidades de enseñanza de euskera teniendo como recurso motivacional la cultura vasca y tomando como referencia la currícula de HABE. Estas treinta clases, que abarcan todo un año de enseñanza, fueron puestas a prueba por mí y por otros irakasles, con modalidad de taller, y arrojaron muy buenos resultados.
Para eso aproveché los cursos de postgrados que ofrecen desde allá en Historia, Antropología, etc. para tener más herramientas. Pienso que aquí tenemos un alumnado de privilegio que ya viene motivado en su búsqueda de identidad y eso es algo que está a nuestro alcance si queremos aprovecharlo. Con ese material, hace unos años comencé a preparar un manual para que alumnos de la diáspora estudiaran solos. Lamentablemente, desde que estoy en la presidencia de Euskaltzaleak, y con todo el trabajo que eso implica, tengo el proyecto algo abandonado pero sin duda pronto lo retomaré y en breve estará terminado.
- Has sido presidenta de Euskaltzaleak por varios años. ¿Qué legado crees que dejarás una vez concluida tu gestión?
Antes que nada un gran amor por la lengua de Euskal Herria y una gran estímulo entre la gente a trabajar duro a favor del euskera. En Euskaltzaleak tenemos unos 80 alumnos a los que les brindamos dos posibilidades para aprender: cursos de euskera exclusivamente, en los que el euskera es el medio y el fin; y talleres de euskera y cultura vasca, en los que a veces el euskera se vuelve excusa para aprender la cultura y viceversa.
Pienso que la mejor integración de lo vivido en mi mundo vasco fue el de trasladar el modelo de docente integral arrecifeño a los niveles primarios del colegio Euskal Echea de Capital y Llavallol. La idea la desarrollamos juntos con Nicomedes Iguain, y hubo un ensayo en 1994 en el que di clases en el colegio de Sarandí, pero fue desde Euskaltzaleak en 2004 en que los talleres de euskera, cultura y danza se pusieron en práctica sistemáticamente en las aulas con un alcance nunca visto. Para ello fue fundamental la motivación y la energía de las docentes que hoy están, sobre todo de su pionera Vanesa Félix. Luego, cuando el proyecto demostró su viabilidad, el Gobierno Vasco lo tomó como propio a través de la FEVA.
-Después de veinte años, ¿qué balance realizás del proyecto?
En mi proceso de aprendizaje fue fundamental que nos llevaran a Euskal Herria a los dos años de comenzar, fue el impulso para hablar. Luego volví a allá a estudiar en dos ocasiones, pero por mi cuenta porque nuestro proceso lo dieron por terminado hace años. Me gustaría que nos volvieran a brindar otra buena oportunidad de mantener la lengua a aquellas irakasles que continuamos dando clases luego de tantos años.
Pienso que el euskera es la herramienta por excelencia para difundir la cuestión vasca, a través de ella se conoce, se entiende, se profundiza en la identidad del Pueblo Vasco prescindiendo de alusiones oscuras a la raza. El euskera es incuestionable, todas las posiciones partidarias confluyen en él. El euskera suma. Yo levanto la bandera del euskera.
Tere lleva el mundo vasco a todos lados, nos enseña con su amor por la cultura vasca a todos aquellos que no conocemos tanto sobre los vascos. Todo un ejemplo.
Franco, 29/12/2010 19:03
Que bueno que existan personas como Teresa que realiza una tarea que va mucho más allá de la enseñanza de un idioma, ella hace docencia desde el momento en que habla y se refiere a lo vasco con tanto amor. empecé a estudiar este año en euskaltzaleak y ella fue una de las que me dió confianza y ganas de embarcarme en algo que hoy es necesario en mi vida. eskerriak asko tere!
Fátima, 29/12/2010 05:10
Con aquellos primeros vocablos, en 1993 escribí: "ZUK NIRI" Zure lurralde erakutsi didazu eta nire geografian zaindu dut. Zure Ikurrinia oparitu didazu eta nire beroki bezala onartu dut. Zure Ereserkia kantatu didazu eta NIRE ABESTI bezala hartu dut. Zure ohiturak zabaldu dizkidazu eta nire sentimenduarekin lotu diot. Zure dantzak irakatsi diskidazu eta neure baitan berneratu diot. Euzko maitasuna emen didazu eta nire bihotzan gorde dut. "Ez eutsi" esan didazu eta nire pensamenduarekin ezarri dut. Zure Euzkara irakasten didazu eta nire izatean impregnatsen dut. Eta Nik Zuri... EUZKADI ¿Zer eman dizut?...
Juan, 28/12/2010 22:44
Mientras Tere prosiga con su enseñanza, la Historia y la Lengüa de Euzkal Herria no morirá en el mundo libre e independiente. Con Tere dancé, con Tere aprendí los primeros vocablos euzkaros, con Tere comparto la Euzkal Prehistoria. Tere heredó el Euzkal Espíritu que sobrevuela en Euskaldunak Denak Bat. Una ídola. Aupa Tere!!
Juan, 28/12/2010 11:24
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