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Nueva Orleans, Estados Unidos. Han transcurrido algo más de cuatro años desde que el Katrina golpeó con fuerza inusitada el estado de Luisiana y sus aledaños, dejando la ciudad de Nueva Orleans sumergida bajo las aguas, ocasionando importantísimos daños ecológicos y materiales, con un balance oficial en vidas humanas de 1.836 muertos y 705 desaparecidos, además de millones de afectados.

La euskal etxea vasca local se vio obligada, como la práctica totalidad de entidades similares, a suspender por un tiempo indeterminado sus actividades. Pasarían casi dos años hasta que en marzo de 2007 se convocó a la primera reunión post-Katrina, con la intención de ir poco a poco recuperando la vida normal. La exposición del artista getxoztarra Jose Maria Cundin, asentado desde 1964 en el estado, sirvió para volver a reunir a los miembros de la entidad retornados a Luisiana tras el desastre.

Ahora, finalizados los papeleos pertinentes, el presidente de la Louisiana Basque Society and Cultural Organization (Labasco), Michel-Antoine Goitia-Nicolás, nos da cuenta de la noticia de que el Estado de Luisiana ha reconocido a la euskal etxea local como 'entidad sin ánimo de lucro' (non profit organization), lo que facilitará la andadura del centro. Coincidiendo con ello, la entidad ha presentado una bandera del Estado reivindicativa del "importante papel que los vascos han desempeñado en la evolución de la cultura e historia canadiense, norteamericana, acadia, caribeña, criolla y luisiana."