Concordia, Argentina. El pasado 21 de junio cumplía 100 años la entidad socio-deportiva Club Vasco Argentino de Concordia, provincia de Entre Ríos. Corría 1921cuando un puñado de vascos residentes en Concordia, entre ellos Juan Arthagnan y Juan González, dos entusiastas del deporte vasco, fundaron el que se conoció como el “Club de Amigos Vascos”, con una primera cancha ubicada en lo que es actualmente el Banco de la Nación Argentina, en la calle Pellegrini. Más tarde, con gran esfuerzo, adquirieron las instalaciones del antiguo Teatro Beñatena, que es donde funciona hoy el club, que pronto se convirtiría en una referencia ineludible de la práctica de pelota a paleta en el interior argentino y sede de inolvidables torneos por los que pasaron importantes deportistas de todo el país.
A principios de año se llevó a cabo una intervención integral y puesta en valor de las instalaciones y en febrero se reinauguró la cancha, con la presencia del intendente de Concordia, autoridades, socios y amigos, y un partido inaugural lleno de emoción.
Deporte y amistad cimentan los 100 años del Centro Vasco Argentino de Concordia
El Club Vasco Argentino, además de ser sede de torneos, partidos y clases de pelota paleta, ha sido y sigue siendo un lugar de encuentro entre amigos, como proclama su lema: “Donde hay un pelotari, hay un amigo para toda la vida”. El presidente del club, Rudy Elliot Grieve, explica a Euskalkultura.eus que antes de las restricciones por la pandemia era habitual que la colectividad vasca hiciera sus fiestas allí. Hoy y hasta que la situación sanitaria lo permita, las actividades se reducen a lo deportivo.
El 28 de junio se realizó un acto protocolar con aforo reducido en el que se descubrieron placas conmemorativas alusivas al centenario, que fue también un simbólico homenaje a hombres y mujeres, socios y dirigentes que han hecho grande al club y una ocasión para recordar los principales hitos de esta institución centenaria que pese a ello conserva su huventud, por la gran cantidad de jóvenes que escriben la historia presente, comenta Grieve.
Zorionak (felicidades) eta mendeurren on (y feliz centenario)!