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Hamburgo, Alemania. El donostiarra Vivi Valin es el alma del restaurante Donostia, una pequeña delicatessen que ofrece una carta de pintxos y una selección de productos vascos como queso Idiazabal, txakoli, patxaran y vinos de Rioja, entre otros. Valin llegó hace nueve años a esta ciudad por amor, siguiendo a una chica alemana que había conocido en Irlanda. 'Esto es muy bonito pero a la hora de comer echaba de menos el hogar y aquí no había ningun restaurante de ese estilo. Estuvimos buscando un cocinero donostiarra, y finalmente contactamos con Aner Usandizaga, que se vino aquí. Abrimos hace 16 meses'.

Los pintxos del restaurante son de mayor tamaño que los donostiarras, y se sirven en las mesas, no en la barra. 'A los alemanes les gusta salir del trabajo y cenar sentados, es imposible hacer que coman de pie en la barra', explica Valin. En cuando a los platos con más éxito, asegura que triunfa 'cualquier tortilla, el plato de salmón con patata y pimiento verde, el pavo a la plancha con salsa de roquefort, las ensaladas y el queso'. En cuanto a las bebidas, el txakoli tiene muchos fans, pero sin duda la sorpresa es el tirón del patxaran. 'Es que en Alemania es muy típico tomar un licor después de cenar', explica Valin.

[Comedor del restaurante-delicatessen Donostia de Hamburgo]

Red euskaldun en Alemania

Aunque la crisis se nota en los últimos cuatro meses, el restaurante ha logrado reunir a una pequeña parroquia de fieles. Para empezar, los euskaldunes de la zona. 'Hay pocos, pero poco a poco vamos contactando con más. Algunos son mujeres que vinieron hace 25 años, se han casado con alemanes y tienen hijos. Siempre hablan con los hijos en euskera', comenta Valin, él mismo euskaldunberri y empeñado en dar a conocer la lengua y la cultura euskaldun allá por donde va. 'Otros son alemanes que han estado en Euskal Herria y les ha gustado. Hay incluso un grupo de alemanes que viaja todos los años a Donostia a tocar en la tamborrada. La mujer de uno de ellos es donostiarra, y desde hace diez años salen con la Tamborrada Alternativa'.

Valin desea que su restaurante sea 'como una euskal etxea pequeñita', por lo que trata que, además de disfrutar de la gastronomía, los clientes conozcan algo más sobre la cultura vasca. 'Tenemos libros sobre el euskera y Euskal Herria en alemán, que nos proporcionó Martin Petrus, del Centro de Estudios Vascos de Fráncfort. Y hemos hablado de colaborar en actividades, en la medida en que podamos', comenta. Su deseo sería crear una red de asociaciones euskaltzales de Alemania para poder llevar a cabo actividades culturales.

Más información en la web del restaurante, www.donostia-deli.de.