Donostia, Madrid, Nueva York... Ibon Aranbarri, Azucena Vieites e Iñaki Garmendia, tres artistas de menos de 40 distinguidos con los Premios Gure Artea 2004 (en El Diario Vasco)

[El reconocimiento llega antes de los 40; Exploradores del arte contemporáneo actual, hoy exponen en Vitoria, mañana crean en Nueva York y pasado...; sus obras, una vídeo performance, unos dibujos realizados desde un perspectiva feminista y una escultura interactiva]

David Taberna/Donostia. Reivindicativos, feministas, ajenos del circuito oficial de galerías, abstractos, simbólicos, comunicadores... Los premios Gure Artea de 2004 reúnen las mil caras del arte contemporáneo en los nombres de tres guipuzcoanos: Ibon Aranbarri, Azucena Vieites e Iñaki Garmendia. Distinguidos con uno de los premios más importantes que se conceden en el mundo cultural del País Vasco, ninguno de ellos ha cumplido aún los 40. «Tampoco somos unos chavales pero como ahora la juventud se alarga», señala la hernaniarra Azucena Vieites, destacando que el galardón «es un premio a toda una carrera. Al menos, así lo veo yo». Curiosamente, ninguno de ellos vive en Gipuzkoa. «Somos artistas en tránsito», apunta Aranbarri. Hoy Donostia, mañana Madrid, pasado Nueva York... El mundo del arte no tiene fronteras. Quizá los premios del futuro tampoco.

Las obras premiadas con los Gure Artea de 2004 -una vídeo performance, una escultura interactiva y unos dibujos realizados desde un perspectiva feminista- viajan por los miles de carriles del arte contemporáneo. Su destino, hasta el 6 de febrero, es el palacio Montehermoso de Vitoria, donde se exponen las obras galardonadas de los tres artistas guipuzcoanos. Al concurso-certamen de los Gure Artea se presentaron un total de 104 propuestas artísticas, de otros tantos creadores. Los tres guipuzcoanos ganadores recibirán un premio en metálico de 12.000 euros y su obra será difundida en distintos centros de arte del Estado. «Son tres artistas con una trayectoria muy contrastada, conocidos en el panorama del arte en Euskadi, con una experiencia internacional importante aunque no estén legitimados por el sistema comercial», indicó el comisario de la muestra de Vitoria, Peio Aguirre.

No era la primera vez que Ibon Aranbarri, Azucena Vieites e Iñaki Garmendia se presentaban a los premios Gure Artea. «Para mí suponen una confirmación a nivel local», describe el debarra Ibon Aranbarri, que asegura que «según tus ambiciones, te pueden abrir puertas, aunque a nivel local. Parece ser que uno tiene que triunfar fuera para ser reconocido en casa». «Para mí, el premio significa dinero», responde tajante Iñaki Garmendia, que se encuentra desde agosto en Nueva York. «Fui seleccionado por el Injuve para una estancia de seis meses dentro del programa de artistas internacionales. Mi estancia en EE UU supone la oportunidad de poder salir fuera y trabajar fuera de los límites geográficos mas locales. Por un lado, te fuerza a trabajar bajo condiciones y parámetros completamente diferentes, y al mismo tiempo te da otra visión de las cosas y aprendes a relativizar todo un poco más. Los vascos somos muy dados al drama», asegura el artista de Ordizia.

Nexo de unión: Arteleku

Algunos lo llamarán coincidencia y otros genética, pero ninguno de lo tres artistas premiados ve relevante el hecho de que sean guipuzcoanos. «No significa nada en absoluto», responde Garmendia. Azucena Vieites da un nombre como única explicación: Arteleku. «Es un lugar muy importante en Gipuzkoa. Muchos amigos míos y artistas han pasado por Arteleku. Es un espacio que siempre reivindico. Para mí, era un oasis al que iba como un camello. Son lugares muy necesarios. Es una iniciativa única que tiene consecuencias como los Gure Artea». Ibon Aranbarri también reivindica el centro artístico de Loiola. «Los tres artistas galardonados hemos pasado por ahí. Arteleku crea tejido y aporta contactos y relaciones entre creadores».

No es fácil explicar con palabras el arte contemporáneo, y menos, resumirlo, pero el comisario Peio Aguirre cree que las piezas guardan una relación entre la copia y el original. Feminist Sweepsakes es el título que engloba los dibujos de Azucena Vieites. «El nombre lo recogí de un disco de un grupo de Nueva York llamado Le Tigre. Forma parte de un movimiento cuya filosofía se asemejaba al hazlo tú misma del movimiento punk. Cuestiona también el virtuosismo técnico como requisito para hacer música. Yo recojo eso a través del dibujo. Un medio que parece de baja tecnología. La instalación de dibujos está construida a partir de portadas de CDs de grupos como Le Tigre, Peaches... que tienen esta filosofía», señala Vieites.

La inclinación por el dibujo de la artista hernaniarra tiene como origen «una razón ideológica y política. Empecé a dibujar para poner en práctica el leitmotiv hazlo tú misma. Y también para recoger de manera ágil y rápida la realidad de mi alrededor. Pero eso no quiere decir que el dibujo sea más comprensible para el público que otras herramientas artísticas».

El componente reivindicativo de la obra de Azucena Vieites se suele centrar en el papel de la mujer. «No soy una artista feminista sino una ciudadana feminista. Me gusta recordar a Itziar Ocariz, artista de Gros afincada en Nueva York, porque no le gusta definirse como artista feminista aunque no tiene ningún problema en reconocerlo, como yo, si bien prefiere definirse como ciudadana feminista. Porque en la medida en que te identifican con un arte feministe se tiende a sustituir la parte por el todo, no puedes acceder a un lenguaje universal porque siempre te encasillan en un discurso en torno al género. Este trabajo premiado incorpora muchas otras cuestiones de la sociedad y la cultura contemporánea».

La imagen de la política

Una escultura similar a la obra de Néstor Basterretxea que domina el Parlamento Vasco, con una radio incorporada, es el trabajo premiado de Ibon Aranbarri. «Gaur Egun --título de la pieza-- tiene su propia historia, que surgió en la galería Trayecto en Vitoria en 2002, aunque no soy asiduo a exposiciones, y menos individuales. Viendo la tele había un debate intenso en el Parlamento Vasco y salía en todo momento la escultura de Néstor Basterretxea. Pero mi obra no es una copia del original. Tiene más que ver con el escenario de fondo de los políticos. Abordo cómo a partir de una percepción mediatizada el cerebro reconoce una imagen como si fuera un arquetipo. A partir de ese bombardeo la gente se apropia de la imagen y luego al ver mi obra las equipara, como si fueran idénticas, cuando no las son. La pieza también incluye una radio, un bafle gigante. Es una manera de restar densidad a ese imaginario tan simbólico. La radio es un sintonizador que puede manejar cualquiera. Sería como un emisor de lo que pasaba en el Parlamento», explica Aranbarri, que admite que «desde 1996, mis proyectos son más complejos y más inmateriales. Son procesos relacionados en el concepto que no desembocan siempre en una exposición».

El rock también toma presencia en la obra ganadora de Iñaki Garmendia, Kolpez Kolpe. «En noviembre de 2002 fui invitado a participar en la Bienal de Taipei (Taiwan). Tenía luz verde para realizar cualquier proyecto. Mi propuesta fue coger a un grupo de punk-rock taiwanés y hacerles interpretar cinco canciones de Rock Radical Vasco. Durante seis días consecutivos estuve trabajando con los miembros de la banda, que apenas hablaban en inglés, intentando sacar la música de las canciones y las letras, porque debían cantar en euskera. Todas las sesiones fueron grabadas en vídeo. Además, para el acto inaugural dieron una actuación interpretando las cinco canciones. A mi vuelta a Bilbao tenía diez cintas de material con lo ocurrido. Las aparqué durante casi un año, y luego lo mostré en Barcelona», señala Garmendia.

Situación del arte

Azucena Vieites vive en Madrid, Iñaki Garmendia, aunque ahora está en Nueva York, reside habitualmente en Bilbao, e Ibon Aranbarri, que también ha estado recientemente en la ciudad de los rascacielos, no tiene «lugar fijo de residencia. Desde que me fui a Nueva York con una beca de la Diputación de Gipuzkoa he estado siempre en tránsito», admite. Los tres reconocen que viajar a otros países depende de las «aspiraciones y ambiciones» que se tengan. «Aun así, creo que en el País Vasco y en España en general el arte contemporáneo no está desarrollado ni comprendido. Fuera está más avanzado», recuerda Azucena Vieites. Con una visión similar del panorama artístico actual, Ibon Aranbarri añade que «en este país, el arte es muy conservador, y está dominado por las galerías comerciales o por Arco. A nivel local encuentras apoyo, pero a la hora de afianzarte no es fácil».

Desde el otro lado del charco, Iñaki Garmendia reconoce su interés «por el funcionamiento del mercado del arte en Estados Unidos. En Nueva York existe un mercado real de arte, o lo que es lo mismo, aquí el arte no es diferente a unas zapatillas Nike. Todo es consumible en términos de mercado».

IÑAKI GARMENDIA

De Manifesta a Nueva York: Iñaki Garmendia (Ordizia, 1972) participó en la bienal Manifesta 5 que acogió Donostia en verano. Precisamente, mientras se celebraba el certamen, en agosto, partió hacia Nueva York, donde se encuentra en estos momentos, gracias a que fue seleccionado por el Injuve para pasar allí seis meses dentro del programa de artistas internacionales. Su vídeo Kolpez Kolpe ha merecido el premio Gure Artea 2004.

AZUCENA VIEITES

Los emblemas del punk: Azucena Vieites (Hernani, 1967) se esfuerza por aclarar que definirse como «artista feminista» supone caer en el reduccionismo, en el encasillamiento y en sustituir «el todo por una parte. Por eso, me considero una ciudadana feminista». La artista hernaniarra logró el premio Gure Artea con unos dibujos surgidos a partir de portadas de grupos de música punk como Le Tigre o Peaches.

IBON ARANBARRI

Un artista «en tránsito»: Ibon Aranbarri (Itziar-Deba, 1969) reconoce que su trabajo no se ajusta a las exposiciones objetuales. De discurso complejo y meditado, estudió Bellas Artes en Bilbao, marchó a Nueva York y, desde entonces, «estoy en tránsito». Su obra ganadora es Gaur egun -en la imagen- , una escultura similar a la que preside el Parlamento Vasco con una radio incorporada.

(publicado el 16-01-2005 en El Diario Vasco)

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