euskalkultura.eus

Lesaka, Nafarroa. Los 84 miembros de la asociación Euskal Artzainak Ameriketan acaban de volver a Euskal Herria, después de un viaje de dos semanas por California. Esta experiencia era un sueño para muchos socios de la entidad, que, a medida que pasaban los años se veían cada vez con menos oportunidades de regresar a los lugares en los que treabajaron de jóvenes. Por eso, cuando la asociación les ofreció la posibilidad de hacerlo todos juntos, en un viaje organizado, la respuesta fue abrumadora.

En el viaje participaron más de 40 pastores, acompañados por sus esposas o hijos. Para todos ellos, ha sido una experiencia muy emocionante. Las lágrimas y los reencuentros llenos de emoción han sido una constante en el viaje. "No sólo nosotros, sino que también los vascos de allí nos venían llorando muchas veces. 'No se han olvidado de nosotros, me decían muchos, entre llantos, y yo, emocionada, me quedaba muda, sin poder preguntar más", explica Igantzi.

[Los cinco hermanos Etxegarai, reunidos por primera vez todos juntos, en Chino, California. Con ellos está el presentador Julian Iantzi, hijo de un pastor vasco de EEUU, que compartió el viaje con el grupo para grabar un documental sobre la experiencia (foto Euskal Artzainak Ameriketan)]

Recibimiento impresionante

Laura Igantzi, cuyo padre era pastor, ha sido una de las organizadoras del viaje, junto a Angie Otxandorena, natural de Chino pero residente actualmente en Doneztebe. "Gracias a los contactos de Angie en California nos han recibido con los brazos abiertos en las euskal etxeak y en muchos ranchos", cuenta Igantzi. El viaje comenzó el 31 de agosto y durante dos semanas el grupo estuvo en Chino, Bakersfield, Fresno y San Francisco, entre otros lugares.

En Fresno, fueron agasajados con una barbacoa en el rancho de Antonio Campos, natural de Erro, que ha colaborado con la asociación contribuyendo a la creación de una beca en la Universidad de Reno para estudiar la historia de estos pastores.

"En Chino nuestra llegada fue impresionante, porque llegamos en mitad de la misa, y todos se dieron la vuelta, localizaron con quien querían hablar y al final de la misa se vinieron directos a nosotros, muchos llorando ya", recuerda Laura. La comunidad vasca de EEUU estaba bien informada sobre el viaje y llevaban ya varias semanas esperando la llegada de estos viejos amigos a los que llevaban décadas sin ver.

[Los miembros de Euskal Artzainak Ameriketan, con pañuelo azul, disfrutando del ambiente en el picnic anual de la Euskal Etxea de Chino, California  (foto Euskal Artzainak Ameriketan)]

Los reencuentros han sido una de las partes más emotivas del viaje. "Nuestro pastor más mayor, Jose Aguas, tiene 80 años. En Fresno apareció el que fue su jefe hace 30 años, acompañados de sus hijos e hijas, que había venido desde otro lugar expresamente a saludarlo", cuenta Laura. "Y yo le preguntaba a Jose, 'Pero qué imagen has dejado tu aquí?'. Nos ha quedado claro que todos dejaron una gran huella aquí".

[Este grupo de pastores de Erro se reunió con su antiguo jefe, Melchor Gragirena de Bakersfield, y su antiguo campero, Vidaurreta (Euskal Artzainak Ameriketan)]

Rejuvenecidos

A pesar de la edad avanzada de muchos de los pastores, en el viaje no ha habido ningún contratiempo, es más, se han arreglado "como unos campeones", dicen los organizadores. "Uno me decía, 'Laura, he rejuvenecido'. Y la hija de otro me contaba que durante el viaje su padre estaba tan bien que no tuvo ni que tomar sus pastillas", recuerda Igantzi.

Acostumbrados al duro trabajo en los montes y pastos de California, los pastores han dado más de una lección a los jóvenes del grupo. "Ibamos de un lado a otro en autobus y todas las mañanas, aunque les dijéramos que las puertas no se abrirían hasta las nueve, para las ocho ya estaban todos en la calle, listos y deseando comenzar un nuevo día", cuenta Laura entre risas. "Lo que hemos vivido allí  no se paga con dinero. ¡Y muchos todavía nos preguntaban a ver si no podríamos alargar el viaje otros ocho días más!".