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San José, Uruguay. Miguel Jiménez de Aréchaga representa a la novena generación de Jiménez de Aréchaga en tierras uruguayas y no dudó en bautizar a sus quesos, elaborados con leche de oveja, “Quesos Aretxaga”, manteniendo la ortografía vasca original. Y es que el principal referente de la empresa Gran Molino, productora de los mencionados quesos, sabe perfectamente que el caserío Aretxaga se encuentra en Murgia, Araba, y que Juan Guillermo Jiménez de Aréchaga pisó por primera vez América en 1806, y que cuando luego de haber luchado para la corona española le dieron la libertad de elegir un destino, él eligió retornar al "nuevo continente".

Más de dos siglos han transcurrido desde aquel primer viaje, pero la historia se une con el presente. Hace unos años, ante la necesidad de encarar nuevos desafíos, Miguel se asoció con la empresa quesera europea TGT, puntera en el mercado en la península ibérica. TGT se convirtió en un “excelente complemento” para la empresa familiar Gran Molino, ubicada en San José, Uruguay. “Nosotros ponemos la tierra y la gestión, y ellos el conocimiento y las posibilidades de comercialización”, explican los productores uruguayos. Así, hasta principios de este año, el grueso de la producción de Gran Molino se exportaba a Estados Unidos, Rusia y Japón.

Nueva 'normalidad', nuevos mercados

Hoy, afectada por el cese de las exportaciones como consecuencia de la pandemia, la empresa uruguaya busca hacerse un lugar en el mercado local y regional, en países como Argentina, Brasil, Chile y Paraguay.  “Sabemos que será un desafío porque es un sabor nuevo”, pero fieles a su propio slogan, Costumbres europeas en el nuevo mundo, son optimistas en cuanto a la recepción del producto en América del Sur.

“El queso es parecido al de Idiazábal, por el tipo de pasta con el que está hecho”, explica Aréchaga, a la vez que agrega algo más que lo vincula con la historia de los vascos en su país: “Las tierras donde estamos pertenecían originalmente al bizkaíno Francisco de Alzaibar, quien acompañó al durangués Zabala en la fundación de Montevideo”.

La apuesta ya está hecha y esperamos en breve poder disfrutar en estas latitudes del queso de oveja Aretxaga, elaborado con materia prima local y receta europea. En cuanto al precio, un dato no menor en estos tiempos, “sería entre un 30 y 40% inferior al que viene de Europa”, señala el productor a EuskalKultura.eus.

Página web de Gran Molino, granmolino.com