Mark Kurlansky

(firmado por Izaskun Labeaga en Gara el 29-05-2003)

Mark Kurlansky tomó contacto con nuestra tierra hace treinta años, después de que se instalara en París. La existencia de esta nación despertó en seguida su interés. «Llegué por casualidad y encontré aquí un pueblo pequeño, muy rico, distinto, en lucha por continuar vivo», manifestó ayer, después de recibir la Pluma de la Asociación de Libreros de Bizkaia.

Comentó el novelista y ensayista americano que «entiendo muy bien esa lucha de los pueblos pequeños y, tal vez por eso, he mantenido la relación con el pueblo vasco durante treinta años de mi vida».

El autor de ++The Basque History of the World++ visita Euskal Herria «unas cinco veces cada año», aseguró, y sigue con gran interés los acontecimientos que tienen lugar en esta tierra.

Le interesa de forma especial la literatura vasca, «aunque no puedo leer en euskara», precisa. En la actualidad trata de introducir a los escritores vascos en Estados Unidos. Ahora busca el apoyo de editoriales que pudieran estar interesadas en publicar traducciones al inglés de nuestros autores.

Kurlansky adelantó que en otoño pondrá en marcha un programa sobre poesía vasca. No obstante, su gran sueño es la «construcción de un centro cultural vasco en Nueva York, pero se necesita mucho dinero», añade a continuación.

Considera de vital importancia esta presencia vasca en Estados Unidos, porque «allí el País Vasco es únicamente ETA y el Guggenheim».

Mark Kurlansky aprovechó su viaje a Bilbo para presentar su última obra, ++Sal++ (Península). El autor, que ha dedicado gran parte de su obra a la gastronomía, desvela que tras este condimento existe una milenaria historia de guerras, exploraciones y cruzadas.

Su próximo libro tratará sobre los sucesos del año 1968 a nivel mundial. En sus páginas hará referencia a Euskal Herria, «porque también aquí fue un año clave», subrayó.

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