Iñaki Urlezaga 1º bailarín del London Ballet

A sus 26 años, el vascoargentino Iñaki Urlezaga es primer bailarín del Royal Ballet de Londres. El platense, que viaja en gira por Argentina, vive una vida dedicada y condicionada por la danza

Iñaki Urlezaga es un vasco platense de 26 años, primer bailarín del Royal Ballet de Londres. Urlezaga ha respondido recientemente a las preguntas del diario bonaerense La Nación con unas declaraciones que a continuación extractamos.

Sostiene Iñaki Urlezaga que le da mucho miedo no tener tiempo para disfrutar a nivel personal. Me da culpa cuando no estoy mucho con mis viejos, pero sé que si me hubiera privado de hacer cosas en mi carrera por estar más tiempo con mis seres queridos me lo hubiera reprochado de igual modo.

Iñaki Urlezaga vive solo desde los 16 años, es el coste de su dedicación a la danza. Eso me enseñó que la libertad no es tener la libertad y destrozarla, sino cuidarla: acostarte tarde y, de todos modos, levantarte temprano para ir a trabajar. También aprendí que uno puede estar bien en su casa solo, que uno apaga la luz y el cuco no viene.

Aprendí, de viajar y estar mucho tiempo solo, que no se necesita nada de nadie para seguir viviendo. Que uno puede seguir adelante solo. Eso no quiere decir que uno va a alcanzar la felicidad. Pero se puede sobrevivir.

Afirma el bailarín que para él nunca fue un tabú bailar. Sé que muchos de mis compañeros del Colón tenían que esconder las zapatillas en el colegio, por ese prejuicio estúpido de tanta gente que piensa que muchos bailarines son homosexuales, o que hay más homosexuales en la carrera de danza que en la de abogacía.

Sobre la fama, asegura haber aprendido que es peligrosa. Te puede llevar a lugares ridículamente estúpidos, a pensar que tenés que transitar por Buenos Aires de una forma diferente del resto. Arriba del escenario me he sentido omnipotente, y me da culpa, porque la omnipotencia te hace sentir que sos capaz de cualquier cosa. No me sucede cada vez que subo al escenario porque si no, no me querría bajar nunca, pero me ha pasado tener segundos de omnipotencia, hermosos, pero riesgosos. Perdés el miedo a todo y es muy difícil sostenerlo.

Iñaki Urlezaga mantiene un pensamiento activo y positivo sobre la vida, que él califica de realista. Nunca se queda de brazos cruzados. Le parece que las cosas pasan por algo, aunque no para quedarte llorando diciendo por qué yo. ¿Y por qué no? Te puede pasar como a cualquier persona. Uno piensa que porque le va bien nunca le va a pasar nada.

La envidia, dice, no va con él, es un sentimiento que no conozco. Soy una persona feliz con lo que tengo, nunca con lo que tiene el de al lado. Se reconoce trabajador e intenta con tesón lograr los objetivos que se traza. Como también su nombre y apellidos denuncian, es vasco y, haciendo bueno el tópico, se reconoce terriblemente testarudo. Soy vasco, asegura, y obcecado. Me pasa lo mismo tres veces, no dos, hasta que me doy cuenta de que me equivoqué.

Tiene hoy 26 años y aún le restan los mejores años de su carrera como bailarín, aunque le da mucha bronca que la carrera sea tan corta. Si la vida es corta, la de bailarín es tres veces más corta: después de los 35 años es inevitable que el cuerpo diga basta. Iñaki lo sabe y está resignado al desgaste de su cuerpo, si bien se enfrenta al reto a base de tesón y disciplina. Lucho contra mi cuerpo todos los días, concluye este vascoargentino primer bailarín del Royal Ballet.

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