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Todos conocen en Elko a Tomás Eguileor. Nacido en Euskal Herria (Berriatua, 1902), Tomás lleva 86 años residiendo en Elko y la zona de Nevada que lo circunda, en uno de cuyos ranchos, Jackson Creek, trabajó por décadas antes de instalarse definitivamente en la zona urbana de Elko, donde regentó como encargado durante años una conocida cantina local.<br><br>

Llegó a Elko con apenas catorce años y hoy es a todos los efectos un elkotarra más. Hijo de un capitán ondarrutarra de la marina mercante y de una etxekoandre berriatuarra, Tomás llegó a Elko atraido por unos parientes que, al poco, regresaron a Euskal Herria. Durante un tiempo también un hermano le acompañó en el que es hoy su hogar americano, aunque en la actualidad aquel mundo y aquellas personas con las que compartió juventud no viven sino en su recuerdo. Tomás es, de hecho, el único de siete hermanos que ha llegado al siglo XXI. En Euskal Herria, afirma, le queda un pariente cercano, en Berriatu, una sobrina, Justa Plaza, que tendrá, calcula, 81 años.<br><br>

El día 28 de diciembre Tomás celebra su 100 cumpleaños. Lo hará por todo lo alto, alrededor de una buena mesa, como a él le gusta, y acompañado por un buen número de amigos y conciudadanos. La cita es en el Basque Center de Elko, que ha cedido gustoso su amplio local al efecto, y al acto asistirán desde el alcalde de Elko, Mike Franzoia, hasta una variada representación de la vida local, pasando por numerosos vecinos y familiares, entre ellos, desde luego, su mujer Ruth, y sus tres hijos, 17 nietos y alrededor de veinte bisnietos, que acudirán de lugares repartidos por todo el estado, como Reno, Fallon o Las Vegas, y de lugares más distantes, como Washington DC.<br><br>

Otras personas se harán presentes a través de cartas y mensajes. Se espera así, la presencia del presidente Bush, a través de la carta personal autografiada que el presidente dirige, como es costumbre en Estados Unidos, a aquellos ciudadanos que cumplen los 100 años.<br><br>

EUSKAL KULTURA aprovecha estas líneas para sumarse a la celebración y envía un caluroso Zorionak a Tomás Eguileor, que goza a sus cien años de una excelente salud y humor. En ese euskera que Tomás conserva fresco y fluido o en el inglés que aprendió en sus primeros años en Norteamérica, Zorionak, Tomás, Congratulations, eta urte askotan (por muchos años).