++Buenos Airesen ere, euskararen alde++, o la crónica porteña de la Korrika argentina

Casi un centenar de personas tomó parte el pasado jueves en los actos de adhesión a la Korrika organizados por la asociación Euskaltzaleak. Crónica de Irene López de Vicuña desde Buenos Aires...

La inauguración de los actos corrió a cargo de Bixente Agirre Atxurra, presidente de Euskaltzaleak, quien saludó en tono festivo a los participantes con su infaltable clarinete y procedió a entregar el testigo a María Elena Etcheverry de Irujo, vicepresidenta de la institución, quien se refirió a la actualidad de Euskal Herria y, en particular, a la situación de la lengua y la necesidad de compromiso por parte de la comunidad vasca del exterior en las iniciativas por la defensa de los derechos del Pueblo Vasco. Abogó, además, por el uso del euskara como herramienta que permite sortear las fronteras. Euskarak ez du mugarik (el euskara no tiene fronteras) fue el mensaje transmitido por el testigo sudamericano. Así comenzó la korrika porteña.

El evento consistió en un recorrido a lo largo del cual se podían visitar siete puestos y desarrollar en ellos distintas actividades en relación con la cultura de Euskal Herria: la danza, el canto, la poesía, el arte y la propia Korrika fueron algunos de los temas propuestos por los alumnos en estas postas. A cargo de ellos estuvo también la realización de los puestos y la presentación de cada propuesta.

Así se supo, por ejemplo, que una de las alumnas, actualmente artista plástica, tuvo en su infancia de vecino a Néstor Basterretxea, de quien conserva, además de un recuerdo imborrable, una paleta que el artista le obsequió. O escuchamos el relato de quien confesaba, señalando el retrato de Sabino Arana que había traído para la ocasión, que esa lámina lo acompañaba desde la niñez: corrían los años del franquismo cuando junto a su hermano ahorraban monedas para comprar pegatinas con la ikurriña y la leyenda Gora Euzkadi Azkatuta que subrepticiamente pegaban a su paso en las paredes de la ciudad de Buenos Aires.

En las pancartas se leían consignas como Gora Euskalerria, Euskaldun bat ez da espainarra, ezta frantziarra ere, euskalduna da y se homenajeaba, entre otros, a los fundadores de Euskaltzaleak, Euskaltzaindia y al recientemente desaparecido José María Satrustegi.

Se charló, se bailó, se cantó y, cómo no, se comió y se bebió. Eso sí, la taberna sólo atendió pedidos en euskera. Euskaltzaleak, además, participó junto a Eusko Kultur Etxea (Eusketxe) de la Ciber-korrika.

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(Balance de la Korrika en Londres y sus fotografías en la página web de la London Basque Society)

euskalkultura.eus

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