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Mitch Gariador comenzó a trabajar en la web 'Bridge to the Pyrenees' en 2009, con la idea de dar salida "a todo el material recogido sobre vascos en el sur de California a lo largo de 35 años", explica a EuskalKultura.com. Hasta la fecha no publicitaba la web “porque no había subido ni el 25% de la información”. Pero ahora ha comenzado a subir videos de entrevistas, por lo que desea abrirla a más gente. Junto a Gariador, Jeanette Bidart y Marianna Etcheverria realizan las entrevistas, que comparten con el proyecto Memoria Bizia.

Chino, EE.UU. Las hermanas Etchart ‒Noeline Magistro and Arlette McGurty‒, Martin Itcea y Louie Etcheberria son las cuatro primeras personas entrevistadas que aparecen en Bridge to the Pyrenees. Estas son las primeras “pero tenemos muchas más”, apunta Gariador. “Mariana y Jeanette han entrevistado a muchísimos vascos, tanto hombres como mujeres, en estos cinco años, y siguen trabajando. Cuando pusieron en marcha el proyecto de Memoria Bizia comenzamos a trabajar con Pedro (Oiarzabal) pero, que yo sepa, no tienen aún un lugar en el que mostrar las entrevistas, por eso las estamos colgando en nuestra web”, explica.  Además de realizar nuevas entrevistas, el equipo también trabaja en cambiar el formato de las más antiguas para poder subirlas a la red.

“Cada vez que encuentro información sobre algún vasco la subo a la web, tenemos mucha información. Y ahora, con las entrevistas, podremos dar otra dimensión a las historias de algunas familias”.

Un largo recorrido

Gariador indica que “para llegar a preparar la página web para compartir esta información hemos tenido que realizar un largo recorrido”. "De hecho, hay que remontarse hasta la década de 1980, cuando William Douglass, creador del Centro de Estudios Vascos de Reno contactó con Mariana Etcheverria para que buscase nombres vascos del siglo XIX, en el sur de California". Etcheverria, a su vez, pidió ayuda a Gariador, en vista del gran trabajo que este tenía entre manos. Tras dos años de labor, la investigación de Douglass tomó otra dirección y toda la información recopilada quedó guardada. Pero los investigadores siguieron buscando información y, en 2009, Gariador se puso a trabajar en Bridge to the Pyrenees, con la intención de compartir sus datos. Ahora parece que toda esa historia se está haciendo pública, poco a poco: “Creo que no he subido ni el 25% de la información que tenemos, pero seguiré subiéndola. Este tipo de historia me fascina desde que era un niño”, concluye.