Colaboración entre el Gobierno Vasco y las autoridades dominicanas; entrevista a Joseba Azkarraga, consejero vasco de Justicia, Empleo y Seguridad Social (en Clave Digital)

Santiago Almada. Joseba Azkarraga nació en el País Vasco en 1950, en un pueblo llamado Agurain, que en los mapas figura con el nombre de Salvatierra, en la provincia de Álava.

La primera impresión que deja el tono de su voz, y la fluidez de su lenguaje que no se interrumpe en ningún momento en cada una de sus respuestas, es que es un hombre austero y seguro de lo que hace y de lo que dice.

Joseba es secretario general de Eusko Alkartasuna, que en español significa Solidaridad Vasca. Fundado en 1986, bajo el liderazgo de Carlos Garaikoetxea, es una escisión del Partido Nacionalista Vasco.

La charla, en el silencioso patio de un hotel de la Zona Colonial, abarcó diferentes temas de la situación política actual de España, además del motivo de su visita a República Dominicana.

-Usted tiene una larga trayectoria política en el país vasco, ¿Cuándo comenzó?

Comencé a actuar en política en mi juventud, en la oposición clandestina a la dictadura franquista, ya en la etapa democrática fui elegido diputado de las cortes, entre 1979 y 1982, posteriormente fui elegido senador, desde 1982 a 1986, después fui nuevamente diputado del congreso y también formé parte en 1993, cuando estuve alejado de la actividad política, del Grupo Mondragón, que es una organización cooperativista, en 2001 fui designado Ministro de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, que es el cargo que estoy ocupando ahora.

-Hay un tema que no se puede eludir cuando se habla con un político vasco, el accionar de ETA

Es un tema ineludible sí, los que conocemos la historia sabemos que en los tiempos de la dictadura ETA fue parte de una respuesta violenta a la violencia de la opresión franquista, pero cuando la situación política evolucionó a formas democráticas, la mayoría de los políticos consideró que la violencia clandestina ya no era necesaria, sin embargo, ETA continuó con su accionar, que incluye asesinatos, extorsión, y ese accionar le está haciendo mucho daño no sólo al sistema democrático, sino también al propio nacionalismo vasco, porque esa forma violenta de montarse en la reivindicación de más libertades políticas para el país vasco en el fondo provoca un retroceso en la lucha política por esas reivindicaciones.

-España tiene una estructura político-geográfica muy particular, que incluye nacionalidades, autonomías, ¿cuál es el origen de esa división política?

Desde siempre ha habido en España nacionalidades que llamamos históricas, como la nación vasca y la nación catalana, y existen otras comunidades autónomas, en 1981 hay un intento de golpe de Estado, "el tejerazo, que en principio es una reacción a lo que en aquel momento algunos sectores consideraban un desmembramiento de España, lo que se intentaba frenar en realidad era el desarrollo de los estatutos vasco y catalán, y en cierta medida ese golpe de Estado ganó, porque lo que se consiguió después fue que se otorgara de manera indiscriminada unas nacionalidades, que incluso llegan a comunidades que no tenían el peso histórico de Cataluña ni de Euskadi, hasta Madrid, en esa nueva estructura, termina siendo una nacionalidad. Lo que se ha hecho en la práctica es desvirtuar el hecho autonómico para calmar las críticas de los sectores más conservadores intransigentes que ven con miedo y con pavor el avance que desde el nacionalismo democrático se hace en favor del derecho de autodeterminación o incluso a favor de la constitución de un estado vasco independiente o de un estado catalán independiente.

-Después de la dictadura hay en España una especie de pacto generalizado de silencio respecto de los crímenes de la dictadura franquista ¿a qué usted atribuye eso?

Yo creo que ha habido, incluso por parte del Partido Socialista, una intención de no reabrir heridas históricas, algo que se puede entender en la derecha, pero que a mí me parece que ha sido una actitud equivocada del gobierno socialista, porque ese no reabrir heridas siempre lo sufren los mismos, porque a las víctimas de la dictadura, a los que lucharon para que esa dictadura se fuera, nunca se les han reconocido sus méritos, y en cambio los vencedores, los que se alzaron contra un gobierno democrático, continúan siendo los vencedores. Me parece que hay un miedo generalizado a que exista una ley de memoria histórica que restañe las heridas de la dictadura, y en ese sentido me parece nefasta la actitud del Partido Socialista de no apostar con claridad en esa dirección. En el momento de restaurar la democracia, el temor era a una ruptura que pudiera perjudicar a la democracia, pero me parece que una vez asentado el sistema de libertades, no hay razón para no ir más allá, me refiero al reconocimiento de que hubo un golpe de Estado, que hubo víctimas y que esas víctimas tienen derecho a que se les reconozca como tales.

-¿Cuál es el propósito de su visita a República Dominicana?

Es la tercera visita que hacemos a Dominicana, la relación ha comenzado hace cuatro o cinco años aproximadamente. El procurador, Francisco Domínguez Brito nos ha pedido asesoramiento sobre el tratamiento a menores en conflicto con la ley, nosotros hemos transmitido nuestra experiencia en ese tema. Ya hay algunos técnicos y especialistas de nuestro ministerio que han venido a dar cursos y charlas a jueces, a funcionarios sobre la forma en que nosotros hemos encarado el problema. También se nos ha pedido asesoría sobre el sistema cooperativo, y lo que hemos hecho es trasladar nuestra ley de cooperativas, que es el texto que regula el funcionamiento de esas instituciones en el País Vasco.

-¿Cuáles son los ejes de la política de rehabilitación de menores en conflicto con la ley que aplican las autoridades de su país?

Nosotros partimos de la base de que cualquier medida que se tome con un jovencito que haya delinquido tiene que partir de la educación, porque entendemos que la represión por sí sola, no resuelve nada. Yo no digo que a un joven que delinque no hay que hacerle nada, sino que hay que formular una respuesta integral, nosotros partimos de tres principios, que forman parte de una política preventiva y educativa, primero, si queremos que el joven que ha cometido un delito no regrese a la cárcel, tiene que tener alguien que le espere fuera, en segundo lugar, tiene que tener un trabajo, un medio de vida, y tercero tiene que tener una casa, un hogar, entonces hay que trabajar en la educación, con el entorno familiar, y en esto tienen que participar diferentes áreas del Estado, como las autoridades de sanidad, educativas, eclesiásticas si fuese necesario, además de las autoridades penitenciarias. Hasta ahora creemos que nos ha ido bien, claro que hay que tener en cuenta que en nosotros, en nuestro país, no tenemos los mismos problemas que tiene la República Dominicana, tenemos muy poco desempleo, lo que es un factor que disminuye la delincuencia, pero pensamos que estamos haciendo un aporte importante a la República Dominicana.

-¿Qué futuro tiene el cooperativismo en una situación como la actual, en plena globalización, con un capitalismo salvaje?

El cooperativismo en el País Vasco representa el 7% del empleo que tenemos, si hablamos del empleo industrial representa el 15%, hemos comprobado que allí donde existen cooperativas el nivel de salario es más alto, el nivel de empleo también, lo que representa una mayor calidad de vida para las poblaciones, la influencia de la cooperativa actúa en el ámbito de lo local, del desempleo que tenemos, sólo el 3% de los puestos de trabajo se han perdido en el ámbito del cooperativismo, el restante 97% se ha perdido en el área de la empresa ordinaria, las cooperativas tienen la ventaja de un mayor control por parte de los trabajadores, lo que disminuye la posibilidad de corrupción, incluso en este momento es mucho más factible para los emprendedores iniciar una empresa desde el ámbito cooperativo que como empresa común, por las ventajas legales que se otorgan a las cooperativas. En ese sentido somos optimistas en cuanto a la respuesta que puede significar la cooperativa al capitalismo actual. En el caso de la República Dominicana los resultados que hemos obtenido en el tratamiento de los jóvenes delincuentes ha sido positivo, se puede entender que en el caso de niveles tan altos de delincuencia haya presiones tan altas de parte de diversos sectores que exigen mano dura, pero esa no es la respuesta adecuada, y notamos que hay voluntad política de encarar el problema desde una perspectiva integral, lo que significa desde ya un progreso, y sin lugar a dudas apostamos a que la situación vaya mejorando cada vez más.

(publicado el 25-01-2008 en Clave Digital, República Dominicana)

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