Joseba Etxarri. Christian nació en Santiago de Chile y es santiaguino. Profesionalmente trabaja en una clínica de la capital, después de haberse formado en la Universidad de Chile para desempeñar este trabajo en el que vincula el trato con los pacientes y el área de salud, con las imágenes, la radiología y las placas.
-¿En qué situación se halla Chile en relación a tu especialidad?
-A nivel latinoamericano estamos bien posicionados y nos viene gente de países como Colombia, Ecuador, Perú o Bolivia. Con nuestros vecinos argentinos estamos a la par.
-Tu profesión forma parte del proceso de atención y de lucha contra el cáncer. Algunos dirían que trabajar en un contexto de radiaciones no parece el mejor entorno laboral.
-No es sino cuestión de adoptar precauciones y someterse a las medidas y controles pertinentes. Yo las sigo y no tengo temor, me gusta mucho mi trabajo, pero sí es cierto que algunos pacientes son aprensivos y vienen con prevención o, por ejemplo, sin más, se desmayan cuando les tenemos que pinchar. Ocurre en un porcentaje pequeño de casos, porque el temor o la aprensión son libres, pero nosotros acá curamos y tratamos a la gente y, desde luego, mantenemos estrictas medidas, tanto para los pacientes como para nosotros mismos.
-Choca hallar a un chileno por muchas generaciones que deletrea y escribe su apellido Etxeberria, con tx.
-En mi caso, era el apellido de mi abuela, que fue quien me crió y de quien lo tomé, ya de mayor. En realidad ella desconocía el origen vasco del apellido, de modo que ocurrió que un buen día descubrí que era un apellido euskaldun, que en una lengua que entonces me resultaba extraña quería decir 'casa nueva'. Poco a poco fui leyendo y aprendiendo más sobre los vascos y vi reflejadas algunas de sus características en mi familia. También me acerqué al euskera y comprobé que su situación en el propio País Vasco dista mucho de estar asegurada. Eso me dio coraje y, desde la cercanía y el cariño, comencé a estudiarlo. En ese contexto, decidí deletrear y formalizar mi apellido, acá en Chile, en euskera, en la lengua que le da significado.
-No guardas vínculos con sus orígenes en el País Vasco.
-Nuestro conocimiento familiar en Chile llega hasta mis bisabuelos. Ellos eran del campo, de la Octava Región, entre Los Angeles y la cordillera de los Andes, una zona en la que se asentaron muchos vascos y que, me dicen, se asemeja mucho a la vertiente atlántica de Euskal Herria. Pero en mi familia eran reservados en ese sentido, y no nos llegó nada.
-En poco más de dos años, has pasado de no tener ningún conocimiento de lo vasco a adquirir una base sólida de euskera y, por ejemplo, recibir y dar clases.
-Estoy muy motivado. A inicios de 2012 comencé a tomar clases presenciales de euskera, también con la plataforma Boga online e introduje asimismo a mi hija Julieta, entonces de ocho años, a talleres semanales en Eusko Etxea de Santiago, con música y juegos. La acompañaba y cuando salíamos practicábamos lo aprendido, jugábamos en euskera a adivinanzas, a 'Ikusi-Makusi'... Entre una cosa y otra fui mejorando y a fin de año me ofrecieron la posibilidad de incorporarme al Programa Euskara Munduan de HABE, que proporciona formación online y presencial a lo largo de cuatro años con la idea de que tras ese periodo los alumnos se conviertan en profesores en sus respectivas ciudades o centros. Y en ello estoy.
-También te has hecho cargo del taller de txikis de Eusko Etxea y semanalmente realizas a través de mintzanet.net mintza-praktika o práctica de tu euskera por Skype con una persona del País Vasco.
-Ocurrió que la persona que llevaba ese taller en el centro vasco, Uxue, retornó a Euskadi, y me ofrecieron hacerme cargo del grupo, de modo que desde el año pasado llevo el taller de euskera para niños. Y mi aprendizaje continúa de modo paralelo. Normalmente cada domingo, conecto por Skype con Izaskun, mi 'bidelaguna' de Lazkao, con la que ya puede decirse que funcionamos como 'lagunak', como amigos, para practicar euskera; al principio no nos conocíamos y fue muy formal, pero hoy hablamos ya de cualquier tema, de las vacaciones, del trabajo, de temas de actualidad...
-Se te ve satisfecho...
-No fue siempre así, pero todo cambió cuando llegó el día en el que me di cuenta de que poco a poco entendía y empezaba a hacerme entender en euskera.
-Nunca has visitado Euskal Herria.
-Aún no. Mi plan sería terminar el programa 'Euskara Munduan' a inicios de 2017 habiéndole sacado el mayor provecho posible, y con esa buena base de euskera, visitar el país y quizás darle un remate con un barnetegi en Lazkao.