Chivilcoy, Argentina . El Salón del Centro Vasco Beti Aurrera de Chivilcoy fue, un año más, el lugar elegido por la Sociedad Argentina de Escritores de Chivilcoy (SADE) para cerrar su ciclo de actividades del 2024. El pasado jueves 19 de diciembre se dieron cita allí integrantes de SADE para brindar por el fin de año, presentar su antología anual y hacer entrega de sus premios a los ganadores del concurso fotográfico “Autos Antiguos” y los certámenes literarios “Cartas de Amor” y “El Árbol de Gernika", este último, organizado conjuntamente con Beti Aurrera.
Noemí Galarraga, de La Plata, fue primer premio; Elsa Santillán, de Chivilcoy, segundo; y Nerea Álvarez, de Henderson, tercero; con mención especial a Rosa Rzepka, de Florencio Varela
Al anochecer, y con el salón de la euskal etxea colmado, el evento se inauguró con el baile de Agurra, a cargo de las dantzaris Sara Iraizoz y Ariadna Gariboldi, de Beti Aurrera. Junto a representantes del jurado y, en representación de las instituciones organizadoras, Adriana Irrazabal Garmendia, tesorera de Beti Aurrera, y Geve Martha Cleci, presidenta de SADE Chivilcoy, fueron las encargadas de entregar los premios de la 13ª edición del concurso literario nacional “El Árbol de Gernika".
Cuatro mujeres premiadas
El primer premio correspondió a “Tierra Vasca”, de Noemí Galarraga, de La Plata, quien recibió una plaqueta grabada y un diploma. El segundo premio fue para “Un símbolo eterno”, de Elsa Santillán, de Chivilcoy, socia de la euskal etxea y alumna de euskera, quien recibió una medalla conmemorativa y un diploma. El tercer premio lo recibió “Viejo Roble”, de Nerea Álvarez, de Henderson, quien también recibió una medalla conmemorativa y un diploma. Rosa Rzepka, de Florencio Varela, recibió un diploma de Mención especial.
Zorionak a todas las galardonadas y participantes!
Elsa Santillán, recibe el 2º premio, Sara Iraizoz y Ariadna Gariboldi, de Beti Aurrera, bailan Agurra
Reproducimos a continuación la obra que se alzó con el primer premio:
Título: “Tierra vasca”
Autora: Noemí Galarraga
Eres la reina de la costa vasca,
tradición y modernidad marcan tu perfil,
con tu corazón de puerto, mi Donostia,
María Cristina se enamoró de ti.
Me atrapó el Monte Urgull
con su historia y su leyenda,
testigo de los vascuences,
en amores y contiendas.
Anhelando conocerte,
un día te visité aceptando el desafío,
agota la marcha mis viejos años,
pero en la cima me espera Él.
Te recuestas entre pueblo y mar,
un manto de exótica vegetación cubre tu rostro,
y un trinar de pájaros alegra mi camino.
Cada recodo del trayecto una postal,
la ciudad, la Bahía de la Concha, el Palacio Miramar,
a lo lejos la perla viviente, la Isla Santa Clara.
Me envuelves en la niebla de un mar embravecido,
al girar, la fortaleza militar adormecida,
muestra sus secretos de batallas y derrotas,
testigos los cañones del Castillo de la Mota.
Desafiante, sin aliento, llego a la meta.
El Sagrado Corazón me mira y sonríe, diciendo:
-Pisas la tierra de tus ancestros-
-Yo te bendigo-.