Teresa Flaño. En muchas ocasiones, las tragedias generan movimientos de solidaridad que en alguna medida reconfortan a los afectados y más cuando se encuentran lejos de su casa. Irati y Aitana son las dos estudiantes del campus donostiarra de la Universidad de Deusto que participaban en un programa de movilidad en Chile. El día 10 de este mes, el autobús en el que viajaban tuvo un accidente en la carretera entre Santiago y Viña del Mar. Ellas sufrieron heridas graves, otra veintena de personas resultaron con lesiones y otras dos fallecieron.
Donar en Santiago: Centro Metropolitano de Sangre (Av. Vitacura 0115, Providencia, frente al Costanera Center), teléfonos +562 25681560 -25681522. Horario en la Casa del Donante es de Lunes a Viernes de 8:00 a 19:00 hrs. y los Sábados de 9:00 a 19:00 hrs.
Donar en Viña del Mar y Quinta Región: comunicarse al teléfono +5632 2577865 y dirigirse al Hospital Gustavo Fricke
En estas dos semanas, a su alrededor se ha gestado una campaña de solidaridad en donde las redes sociales han tenido mucho que ver, fundamentalmente para buscar donantes de sangre para las transfusiones que han necesitado, y que en el caso de Aitana, que sigue ingresada en el centro sanitario Gustavo Fricke de Viña del Mar, todavía precisa. Irati fue traslada el miércoles al Hospital de Mutual de Seguridad de Santiago.
Carolina Ávila es la responsable del área institucional de la Delegación de Euskadi para Chile, Perú y Colombia, y una de las primeras en llegar al hospital donde fueron trasladadas las guipuzcoanas, junto a responsables de la Universidad Alberto Hurtado donde estudiaban y de la euskal etxea de Viña del Mar.
Las dos estudiantes de la Universidad de Deusto sufrieron un accidente cerca de Viña del Mar
43 personas, varias de ellas de la diáspora vasca, se han acercado ya a los hospitales para donar sangre
Relata que el pasado lunes «hicimos un llamamiento a través de las distintas redes sociales para que la gente se acercara a donar sangre». Las euskal etxeas se sumaron a la difusión y hasta ayer por la mañana, media tarde en España, 43 personas -varias de ellas vascas residentes en Chile y estudiantes vascos que se encuentran en el país andino en programas de intercambio- habían respondido. No ha faltado tampoco la solidaridad de los alumnos compañeros de la universidad.
Con esa solidaridad se han cubierto las necesidades de Irati. «La verdad es que el movimiento a través de Twitter y Facebook ha sido impresionante, se masificó mucho», insiste Ávila, que agradece la respuesta de las personas que se han interesado por el estado de las jóvenes que cursan estudios en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Trabajo Social y por cómo podían ayudar.
Aitana, que se encuentra en un hospital público, todavía necesita de la colaboración de nueve donantes y «estamos realizando también una intensa campaña en las redes». Aunque está ingresada en Viña del Mar, Carolina Ávila explica que las donaciones se pueden hacer en Santiago porque después se enviarán a su nombre al Gustavo Fricke. Se muestra optimista: «Entre hoy y mañana esperamos reunir toda la sangre que necesita».
Las dos jóvenes sufrieron heridas muy graves, aunque evolucionan favorablemente y se mantienen estables. Irati, que tiene las lesiones más importantes en el brazo, todavía necesita alguna operación. Respecto a Aitana, -en su caso la pierna fue la zona más dañada- después de conseguir la sangre, las gestiones se centrarán en llevarla a Santiago de Chile para que las dos amigas puedan recuperarse juntas.
Además, desde la delegación vasca en Chile se ha dado apoyo a las familias de las chicas. Sus padres llegaron al día siguiente del accidente y han estado ayudándoles a realizar todas las gestiones y buscarles un lugar donde residir durante el tiempo que precisen.
Gorka Álvarez, responsable de la Dirección de Relaciones con la Diáspora del Gobierno Vasco, explica que «cuando tenemos conocimiento de una circunstancia así ponemos todos nuestros medios en el país a disposición de los afectados. Si sufrir un accidente es duro, todavía resulta más complicado cuando estás en un país que no conoces y tan lejos».
El accidente tuvo lugar el domingo día 10 cuando colisionaron una camioneta y un autobús de pasajeros de la empresa Palmira, donde viajaban las guipuzcoanas, que volcó sobre la calzada.
(publicado hoy en El Diario Vasco)