Buenos Aires, Argentina. Algorta, Altsasu, Barakaldo, Basauri, Bilbo, Dima, Donostia, Errenteria, Gasteiz, Hernani, Labiano, Lasarte, Laudio, Markina, Zornotza, Zumaia, y también alguno de Iparralde que se escapa de la memoria, son algunos de los pueblos y ciudades de Euskal Herria que contaron con representación el pasado sábado 16 en la impresionante Korrika convocada en la ciudad de Buenos Aires por Euskaltzaleak. A las cinco de la tarde, una importante cantidad de jóvenes, en su mayoría estudiantes y trabajadores residiendo actualmente en Argentina, pero también algunos turistas, de paso por la ciudad, pudieron darse el gusto y compartir con sus pares de la Diáspora el kilómetro y medio que separa la Pirámide de Mayo de la sede de Euskaltzaleak, al grito de “tipi-tapa, korrika” y “Argentinan ere, euskararen alde”. No faltaron nombres propios de la cultura, de acá y de allá, como la actriz Laura Azcurra, el educador Iñaki Hernaiz o la escritora hernaniarra Kattalin Miner, que dijeron presente en la carrera porteña por el euskera, que reunió un centenar largo de personas.
Joven Korrika porteña convocada por Euskaltzaleak de Buenos Aires
Pero el programa no terminó ahí. En la sede euskaltzale de la calle Bernardo de Irigoyen las sukaldaris apuraban las txistorras y los bokatas con los que korrikalaris de todas las edades renovarían las energías para un nuevo recorrido, pero esta vez con música, a pie y también bailando, por las calles de San Telmo. Poco antes de la caída del sol, el cuerpo pedía movimiento y el sonido de la triki, los panderos, el txistu y la alboka avisaban de que el 14° Trikipoteo estaba ya en marcha, en esta ocasión en clave de Korrika.
Gora euskara eta gora Korrika!
La pancarta de Korrika a la cabeza del Trikipoteo por las calles de San Telmo
A la hora del recorrido se sumaron una docena de dantzaris del Centro Laurak Bat, también unos y unas cuantas, del Centro Navarro de Buenos Aires, de Euskaldunak Denak Bat de Arrecifes, de Euzkal Etxea de San Nicolás y del Lagunen Etxea de Laprida. Excelente clima en una fiesta memorable, con el euskera y la Korrika como convocantes y aglutinantes, aquí, en plena diáspora vasca argentina.