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El público del festival Living Traditions ni se imaginaba lo que iba a presenciar... Cirbie Sangroniz, dantzari y directora del grupo de euskal dantza Utahko Triskalariak, bailó el aurresku más emocionante de su vida antes de hincar la rodilla y pedir matrimonio a su novia Amanda. Los dantzaris del grupo, de la mano, la acompañaron en los nervios y la emoción del momento, y la respuesta fue... ¡atentos al vídeo!

Salt Lake City, EEUU. La dantzari vasco-americana Cirbie Sangroniz unió con acierto la tradición euskaldun y la americana el pasado 22 de mayo, durante la actuación del grupo Utako Triskalariak en el festival Living Traditions de Salt Lake City. Cirbie, directora del grupo, contó con la complicidad y el apoyo de todos los dantzaris, que en un momento de la exhibición sacaron de entre el público a su novia Amanda y la subieron al escenario.

Ante la sorprendida mirada de Amanda, Cirbie bailó seguramente el aurresku más sentido de toda su vida, para, al final, ponerse de rodillas y pedir matrimonio a su novia, entre los gritos de sorpresa y los aplausos del público. El resto de dantzaris, cogidos de la mano, vivieron también con emoción el momento de suspense, hasta que la atónita Amanda logró reponerse de la sorpresa y decir que sí. 

La euskal etxea Utah Basque Club ha felicitado a la pareja, que forma parte muy activa de la comunidad euskaldun de Utah. El centro vasco utahrra lleva unas semanas muy emocionantes, con esta inolvidable declaración en pleno festival Living Traditions, la reciente subida al Everest de uno de sus miembros, y se prepara para más, ya que en menos de un m es los dantzaris parten hacia Washington DC para participar en el Basque Folklife Festival, para en unos días más, en julio, retornar a Salt Lake City, que será la sede del Udaleku de NABO, el campamento de verano para los niños vascos de EEUU, organizado este año por el Club Vasco de Utah. Segi horrela, Utah!

 A continuación el vídeo de este bonito momento. En EuskalKultura.com conocemos a Cirbie desde que era una niña y compartimos su alegría. Un gran Zorionak, Cirbie y Amanda!