Así nos ven: El estereotipo del vasco tozudo y porfiado en 2 crónicas futbolísticas del diario deportivo argentino Olé

Va de estereotipos. Los vascos, o lo vasco, o algunas características y arquetipos que los argentinos asocian a los vascos se manifestaron, al parecer, en el fútbol practicado estas dos últimas semanas en un par de partidos de la liga B Nacional argentina. Obsérvese la imagen que reflejan de los vascos estos dos periodistas deportivos que comentan sendos partidos en una competición de fútbol. No añadimos ni quitamos nada. El título de los artículos es 'El país Vasco' y 'El país Vasco-II', respectivamente, y han sido publicados en dos fines de semana correlativos en el diario deportivo porteño Olé.

La corresponsal del diario deportivo Olé, M. Laura Balonga, titula el primer artículo como 'El país Vasco', y realiza en él una crónica sobre el partido entre los equipos Chacarita y Aldosivi, equipo este último cuyo guardameta es Joaquín Irigoytía, al que presenta como una suerte de Asterix defendiendo su aldea gala. En el segundo y decisivo partido --en el que el Aldosivi se jugaba su permanencia en la B Nacional-- la crónica, que esta vez firma Jorge Sierra, deja en evidencia que la porfía, proverbial de los vascos, añadimos nosotros, es la que salva al equipo del descenso. Vamos, que, al decir popular, a tozudos y porfiados nadie gana a los vascos, al menos no en Argentina-Uruguay-Chile. Sin más afán que el de testimonio, éstas son las dos crónicas, la última de ellas publicada en el diario Olé de ayer domingo.

CHACARITA 0 - ALDOSIVI 1: 'EL PAÍS VASCO'

Por M. Laura Balonga. Increíble. Rutilante. Impasable. Genial. Osado Yeguo (con la ''ye'' se complicaba, va con onda). Tremendo. Inmenso. Asombroso. Así, con las letras de su apellido se puede calificar la gran tarde que tuvo Joaquín Irigoytía ante Chacarita. El arquero de Aldosivi fue el oxígeno para un equipo al que lo asfixiaba el descenso y que podrá largar el pulmotor si vence a Antoniana. Pero también fue una muralla para las aspiraciones del Funebrero en la General: sus piernas le dijeron no a Toledo, después se lo negó a Gareca, con una mano le desvió un tiro a Ponce, le tapó un bombazo a Tonelotto. Hizo de su área un país Vasco y dejó sobradas muestras de que se resiste, a pura tozudez, a dejar la B Nacional.

'Con Antoniana se jugará a dientes apretados. No ganamos nada y la alegría es medida', se sinceró Irigoytía y siguió: 'Nuestra situación hace que nos exijamos al 200 por ciento, pero bien. Hice un buen partido, no más. Otras veces me salvaron mis compañeros', contó el arquero.

Ahora, ¿cómo lo ganó Aldosivi y por qué fue figura Irigoytía? Los Tiburones tienen un ejecutor de pelotas paradas excepcional, como Sandoval, que supo aprovechar la cabeza de López. 0-1 y a cobrar. Así, apoyado en la seguridad del arquero, en una defensa que no se complica, sobre todo Morquio, y en el pulpo Solabarrieta; los de Mardel intentaron, austeros, jugar por abajo. Obvio, mientras Martínez aún era coherente (a las duchas a los 30 PT).

Once vs. diez, Chaca cantó a la carga Barracas. Literalmente, inclinó tanto la cancha que terminó con cinco puntas, pero no supo ni pudo entrar al país Vasco. 'No nos dimos por vencidos y no renunciamos al sueño de quedarnos en el Nacional', cerró Joaquín.

ALDOSIVI 1 - ANTONIANA 0: 'EL PAÍS VASCO II'

Por Jorge Sierra. La tozudez para mantener a Aldosivi en la B Nacional ahora la puso Solabarrieta con su cabeza bien dura. Son porfiados estos vascos, ¡eh! Si Aldosivi llegó con vida a la última fecha, y con más aire del esperado, fue por la tozudez del Vasco Irigoytía para taparle todo a Chacarita. Y, para seguir alimentando la tradición y quedarse en la B Nacional, ante los salteños fue el Vasco Solabarrieta el que peinó un centro para poner el 1-0 y sin boina.

El castigo era claro: el que perdía, descendía. Y la guillotina cayó en la cabeza del equipo de Zamora. ¿Justicia? Habría que desmenuzar la campaña de Antoniana para dar sentencia. Pero, a juzgar por lo que entregó en Mardel, jugó un tiempo para salvarse y otro para no. La diferencia fue que el partido se definió en el segundo, cuando Aldosivi acomodó las fichas y se convenció de que si quería, podía...

El arranque mostró al local atado, con temor a equivocarse. Le dio la pelota a la visita, que manejó el juego sin punch. El Tiburón tenía más peso ofensivo, pero no iba al hueso. Aldosivi volvió más despierto del vestuario. Entendió que no debía ceder la pelota, se paró 20 metros más adelante y cobró cuando Solabarrieta peinó de anticipo un centro chanfleado de Vezzani. ¿El resto? Nervios de uno para aguantar y de otro para ir, ciego, sin ideas. Claro que, a tozudo, nadie le ganó al Vasco.

ENLACES RELACIONADOS

Crónica 'El país Vasco', por M. Laura Balonga
Pubicado en el diario deportivo Olé el 7 de mayo de 2006

Crónica 'El país Vasco II', por Jorge Sierra
Publicado en el diario Olé el 14 de mayo de 2006

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