euskalkultura.eus

Es porteño [así se llama al natural de Valparaíso], pero su vida chilena nació y se desarrolló impregnada de sentimiento vasco. Archibaldo Uriarte es presidente de Eusko Etxea de Valparaíso, que cumple este año el Centenario de su primera fundación. 

Joseba Etxarri. Dicen que los bilbaínos nacen donde quieren, y por extensión también los aficionados del Athletic. Medio en serio medio en broma, este es un fenómeno común en la Diáspora, el de ser y sentirse, no por el lugar, sino por la familia, por la cultura, por lo aprendido en la casa o porque sí, por la propia vocación o decisión. Luis Archibaldo Uriarte Araya nació hace 67 años en Chile y nació unido a Bizkaia, a Euskadi y al Athletic. De ello se encargó su padre, Juan Jesús Uriarte Ugalde, un bakiotarra que con apenas quince años abandonó Euskal Herria para evitar incorporarse a filas y recaló en la Quinta Región chilena, donde tenía tíos y en cuya capital se asentaría, para formar una familia en la que lo vasco y lo chileno se fundieron, incorporando tradiciones y modos de ambas esquinas del mundo.

Lejos de ser el caso de una familia aislada, Valparaíso y su ciudad contigua de Viña del Mar constituían ya entonces un lugar atractivo para los vascos que, además de formar una parte importante del tejido comercial de la ciudad, habían fundado en 1915 la Sociedad Centro Vasco Chileno de Socorros Mutuos, pionera en un país en el que se sucedían las canchas y juegos de pelota y en el que vascos de cada una de las siete provincias se labraban la vida a lo largo de su estirada geografía. El propio apellido de la madre chilena de nuestro interlocutor, Araya, de claro origen alavés y abundante en Chile, entronca con la presencia histórica euskaldun en este país al que Unamuno atribuyera una notable influencia vasca.

Por iniciar el cuestionario con una pregunta de actualidad, hace apenas unos días ha habido en la zona un terremoto que ha llegado a 4.9. ¿Ha afectado a Eusko Etxea o a la comunidad vasca?

-Afortunadamente no. No ocurrió lo mismo en 2011, cuando perdimos el local que nos servía de sede al quedar muy dañadas sus estructuras. Tuvimos la gran suerte de contar con el apoyo del Gobierno Vasco, que nos permitió hacernos con el edificio que constituye hoy nuestra sede, en Viña del Mar, y es pieza fundamental para el desarrollo de nuestras actividades. En Chile son frecuentes los terremotos y de vez en cuando alguno llega a ser devastador, con un único punto positivo: la solidaridad que generan, tanto los terremotos como por ejemplo las inundaciones. Hace bien poco, una muchacha vasca, Amaia Goitia, impulsó una iniciativa, apoyada por la Delegación de Euskadi y la comunidad vasca, de ayuda a los damnificados que ocasionaron en el norte del país las inundaciones.

Celebráis el Centenario del primer centro vasco en Valparaíso.

-El Centro se fundó el 4 de septiembre de 1915, pero adelantamos su celebración al 15 de agosto, con una jornada y comida multitudinaria. En realidad hemos extendido el programa de conmemoración a todo el año, puesto que creemos que es importante realizar actividades que destaquen la gran contribución que los vascos han prestado y prestan a la ciudad y a toda la Quinta Región. Tradicionalmente muchos vascos fueron acá comerciantes en diferentes rubros, pero han sido también profesionales, o algunos religiosos, como el padre Hilario Olazaran, capuchino, gran amigo de  mi padre, que realizó una gran labor y que muchos recuerdan también por su faceta como músico y txistulari. En nuestra historia hay hitos como la visita que giró en 1941 a la ciudad el lehendakari Aguirre, recibido con todos los honores por el alcalde y las demás autoridades civiles y militares. Gracias a él y a su carisma, se iniciará una nueva etapa en la colectividad, de tal manera que vascos asentados acá desde antiguo y otros llegados tras la Guerra Civil, entre ellos los llegados a bordo del Winnipeg, fletado por Pablo Neruda, confluirán y darán forma al Centro Vasco que llega hasta nuestros días. Estamos bien contentos de poder celebrar que nuestra Casa Vasca cumpla 100 años desde su fundación original como Centro Vasco Chileno de Socorros Mutuos.

Viajas en unos días a Vitoria-Gasteiz para participar en el VI Congreso Mundial de Colectividades Vascas.

-Creo en la importancia de relacionarnos y comunicarnos mejor, no solo con el Gobierno Vasco, sino también con el resto de euskal etxeas del mundo. Apenas el año pasado asistí a la Semana Nacional Vasca Argentina, y resultó muy enriquecedor. Sobre Valparaíso presentaré una ciudad que está incrementando sus relaciones con Euskadi. Hace unos meses una delegación de nuestra región visitó Gipuzkoa en viaje oficial y recorrió universidades, empresas e instituciones. Los propios vagones del metro de Valparaíso se construyen en la CAF de Beasain. Se ha establecido igualmente un hermanamiento entre el puerto de Valparaíso y el de Bilbao. Jóvenes vascos vienen a las universidades de la ciudad a través de convenios entre universidades y les invitamos a que se acerquen a nuestra casa; alguno de ellos nos brinda su apoyo en las clases de euskera. Por su parte, gracias al Instituto Etxepare las Universidades Católica y de Valparaíso imparten clases de Euskera y Cultura Vasca. Y una primicia: permíteme anunciarte con orgullo que con motivo del Centenario nos reunimos con el alcalde Jorge Castro y hemos firmado un convenio a través del cual nos ceden un espacio en pleno corazón de la ciudad, en la Avenida Argentina, al lado del Congreso, para crear una Plaza Vasca que conmemore y rinda homenaje a la emigración vasca que tanto ha aportado a la ciudad.