Arantzazu congregó a más de ocho mil fieles en su tradicional marcha religiosa; el Santuario se quedó pequeño tras una ascensión que encabezó el obispo Uriarte (en Deia)

Miguel Cifuentes Oñati. El santuario de Arantzazu volvió a quedarse pequeño en la mañana de ayer, en la que se celebró la tradicional marcha religiosa al templo. Miles de feligreses recorrieron desde las proximidades de Oñati los ocho kilómetros de subida, en una procesión que encabezaba el obispo de Donostia, Juan María Uriarte, bajo el lema Testigos del Evangelio. La ascensión, como un año antes, se llevó a cabo con el sol como acompañante permanente.

La cita para emprender la caminata era, como siempre, a las 9.30 horas en el hotel Soraluze. Para entonces la entrada a la carretera llevaba ya una hora cerrada, y los más madrugadores habían dejado atrás las primeras curvas. El grueso de los cerca de ocho mil fieles presentes esperaron no obstante a la llegada de Uriarte, que realizó la subida junto a la portavoz del Gobierno vasco Miren Azkarate, y dos misioneros de Angola. El obispo apeló en su saludo inicial a la «fe despierta, la esperanza y el amor» de todos los presentes.

Éstos, en su mayoría, repetían la experiencia de años precedentes. «Siempre hemos venido, incluso cuando la marcha se hacía de noche», apuntaba José Luis Arriluzea, donostiarra de 66 años, acompañado por su amigo Rafa García, de 66. Ambos aludían al mensaje de la pancarta entre los motivos de su presencia. Unas razones que tenían que ver también con «la reunión y la paz que se respiran en este día», según subrayaban Jose Arrizabalaga y Maribel Urkidi, desplazados al lugar desde Mutriku, como todos los años.

Lo cierto es que Gipuzkoa estuvo representada en toda su extensión, con representantes de uno y otro municipio. María Jesús Arozena y Maria Jesús Etxebeste, ambas de Oiartzun, agradecían «el sensacional tiempo» con el que amaneció la jornada, en su «tercer año consecutivo» en esta marcha.

Y es que la procesión llegó al Santuario de Arantzazu bajo una temperatura de 25 grados, acompañada eso sí por una ligera brisa. Atrás quedaban los ocho kilómetros de ascensión. Durante la misma se pudieron escuchar los habituales mensajes religiosos a través de los 165 altavoces, que se hicieron eco también de los bertsos de Jon Enbeita. Una vez arriba se procedió a la homilía y al tradicional mensaje del obispo. Tras el mismo se recibió a un representante de cada arciprestazgo, para concluir después el acto antes del acceso a los autocares.

(publicado el 20-03-2005 en Deia)

euskalkultura.eus

Noticias

Arantzazu congregó a más de ocho mil fieles en su tradicional marcha religiosa; el Santuario se quedó pequeño tras una ascensión que encabezó el obispo Uriarte (en Deia)

Las más leídas

Últimos comentarios