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Laprida, Argentina. El público sigue acompañando el exitoso "Ciclo de Entrevistas" organizado por el Centro Vasco 'Lagunen Etxea', que en su sexto y anteúltimo encuentro presentó a los "Personajes de mi pueblo”. Hombres y mujeres de Laprida fueron recordados de la mano del escritor local Gabriel Monferato, los actores Natalia Fernández y Leo Vergel, y el músico Ramiro Torres, quienes brindaron un original y muy elogiado espectáculo.

Hombres y mujeres de Laprida fueron recordados de la mano del escritor local Gabriel Monferato, los actores Natalia Fernández y Leo Vergel, y el músico Ramiro Torres

A sala llena, distintas personalidades de la historia de Laprida, fueron recreados a través de un trabajo que integró el relato, la música y la teatralización.  De la mano de “Misia Pretérito” (Natalia Fernández), una ficticia y atemporal testigo de las historias del pueblo, entrevistada por el escritor Gabriel Monferato, volvieron a la vida queridos y recordados lapridenses, interpretados por Leo Vergel, en una función ofrecida al atardecer del pasado 14 de octubre.

Revivieron la navarra Doña Faustina y el pelotari Capandeguy

Los primeros fueron los infaltables inmigrantes; los españoles, los italianos y de otras nacionalidades, entre ellos la navarra Doña Faustina Quintana y Mingo Capandeguy, pelotari, dueño de una fonda y de una casa de la que aún se conservan algunos espacios, en la que construyó un frontón. Recordaron luego a aquellos que habitaban la calle a diario: el vendedor de helados, el barrendero, y también a los que practicaron oficios o profesiones, el zapatero, el panadero, el vendedor de ropa a domicilio, los médicos, enfermeros y comerciantes. La música que se interpretó a lo largo de la obra fueron canciones originales de Gabriel Monferato (letra) y Ramiro Torres (música).

Una propuesta interesante, que quizás podría ser adoptada y aplicada por otros centros vascos. En Laprida estarían dispuestos a colaborar aportando su exitosa experiencia

El espectáculo obtuvo una excelente acogida por parte de un público que acompañó con risas y emoción el recuerdo compartido. La noche terminó, como en las anteriores oportunidades, con una cena ofrecida por el servicio de taberna de la Euskal Etxea, la habitual cazuela de pollo a la vizcaína y vino tinto.

Zorionak, Laprida!