El bilbaíno Alberto de Sarasqueta lleva siete años en China, donde coordina el Parque Industrial Mondragon de Kunshan, junto a Shanghai, inaugurado en 2007 para albergar a empresas vascas. Ejerce de puente entre ambos mundos.
diáspora y cultura vasca
29/01/2015
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El bilbaíno Alberto de Sarasqueta lleva siete años en China, donde coordina el Parque Industrial Mondragon de Kunshan, junto a Shanghai, inaugurado en 2007 para albergar a empresas vascas. Ejerce de puente entre ambos mundos.
Joseba Etxarri. Este abogado economista de 33 años afirma que sintió desde niño fascinación por China y cuando le surgió la oportunidad de trabajar en el país no lo dudó. El parque que coordina en Kunshan agrupa hoy a 16 empresas a las que presta apoyo de todo tipo y Anaitasuna, el edificio que con forma de ‘baserri’ viene a ser su corazón, suma a ese apoyo material el inmaterial que aporta a la casi cuarentena de ‘expatriados’ que desarrollan ahí su labor, la mayoría, una veintena larga, jóvenes profesionales vascos.
¿Somos vascos y chinos tan diferentes?
Tenemos cosas similares y otras completamente opuestas. Entre las similares mencionaría el concepto de familia, muy arraigado en ambas culturas. En algunos lugares de China existe además el componente del matriarcado, por ejemplo en Shanghai, donde la mujer lleva el peso de la casa y de las finanzas.
¿Es difícil entender y adentrarse en la cultura china?
Yo partiría de la base de que somos distintos y de que hemos de construir nuestra relación sobre esa aceptación. Ten en cuenta que China no es solo un país, es toda una civilización. Aquí las cosas son holísticas y se ven en su conjunto, mientras en Euskadi y en Occidente el pensamiento es más secuencial, eso que veíamos en el teatro clásico de planteamiento, nudo y desenlace.
¿Por ejemplo?
En una negociación, hecho el planteamiento y habiendo pasado al nudo, es normal que de repente tu contraparte vuelva al planteamiento o, por el contrario, vaya directamente al precio, para luego volver al nudo. En realidad se considera que lo importante es la relación que sustenta el negocio, cuidar y alimentar la relación entre ambas partes, más que el papel, que se tiende a considerar un mero formalismo. De hecho muchas veces los contratos son reducidos, breves, y no regulan todo. Es un pensamiento complicado para quienes tenemos un planteamiento más secuencial y viceversa, y a ellos les cuesta entender que seamos tan estructurados.
Las cosas no pivotan sobre lo escrito.
Muchasveces las leyes no están suficientemente explicitadas y su concreción depende de la relación que tengas, por ejemplo, con los diferentes burós para que esa norma sea interpretada de la manera que tú entiendes o te es favorable. En Euskadi, por ejemplo, las ventajas fiscales de una empresa son claras, vienen definidas por lo que dice la ley escrita y las cosas son, en ese sentido, blancas o son negras. Aquí te mueves en una escala de grises.
¿Tiene aquí sentido la famosa ‘palabra de vasco’?
Significa comprometerse con algo contra viento y marea y en China el concepto es más bien que las condiciones son cambiantes y la palabra dada en un momento puede variar dependiendo de qué valores se den en el momento siguiente. Algunos pueden interpretarlo como una pérdida de palabra, pero hay que entenderlo en el marco de la visión completa china. Supone recorrer el camino de otra manera. Para llegar de A a B no tenemos por qué seguir una línea recta, podemos oscilar, lógicamente con unos parámetros, pero permitiendo esas oscilaciones, para que la manera de hacer china pueda enlazar y coexistir con nuestra lógica occidental.
Mil personas trabajan en el Parque Mondragon de Kunshan. El caserío Anaitasuna es pieza básica.
Viene a ser el pegamento que da cohesión y coherencia al proyecto y sus empresas. Sumamos fuerzas. En China el tamaño sí importa y nos proporciona volumen y capacidad de interlocución, apoyo en las cuestiones más variadas, además de formación y otras ventajas; también tenemos, por ejemplo, un comedor con comida diaria de empresa al estilo de Euskadi. Y nos complementamos bien con Euskal Etxea de Shanghai, que tiene su sede en la ciudad y aborda aspectos más lúdicos y de cultura vasca.
Creo que te casas en breve.
En Bilbao, en agosto (sonríe). Estudié en Deusto y mi pareja en la Comercial, aunque nos conocimos aquí. Ella nació en Elche de padres chinos. Nuestros planes son quedarnos por ahora en China. Llevo nuestra tierra en el corazón pero en el aspecto profesional creo que me queda mucho por hacer aquí antes de que China me deje volver a Euskadi.
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