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«Si en otros países lo hacen, ¿por qué no voy a hablar yo de arte vasco?». Juan Plazaola, autor de una recién publicada Historia del Arte Vasco afirma que los artistas vascos han demostrado una fuerza enorme en ciertas épocas (en Gara)

12/07/2004

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Hace veinte años publicó en Erein una obra titulada "El arte vasco", que pretendía ser la síntesis de los trabajos realizados hasta el momento. Acaba de reincidir en el tema con una obra mucho más amplia que le ha editado Etor Ostoa en cuatro tomos. Es uno de los grandes especialistas en el arte vasco. Tiene 83 años de los que más de la mitad los ha dedicado a la enseñanza y la investigación.

Acaba de publicar en la editorial Etor Ostoa una obra que recoge en cuatro tomos toda la historia del arte vasco, desde la prehistoria hasta nuestros días. Pero sus páginas tienen tantas y tan bellas ilustraciones que tiene la impresión incómoda de que muchos ni siquiera mirarán el texto. «Además me han contado que por el peso de la tinta los libros se abren siempre por las páginas de las ilustraciones», dice en tono de broma, mientras ojea uno de los tomos en su despacho de la Universidad de Deusto en Donostia. Juan Plazaola tiene 83 años y pertenece a esa raza ya extinguida de investigadores que han realizado en solitario una labor tan ingente que parece obra de un equipo.

¿Cómo se introdujo en el campo de la historia del arte?. Desde niño me había gustado el dibujo y de joven, mientras realizaba los estudios eclesiásticos, fui el encargado de diseñar las tarjetas, realizar las escenografías y cubrir otras necesidades artísticas de la comunidad, pero muy pronto me di cuenta de que nunca llegaría a genio. Hice el doctorado en París entre 1953 al 1957 sobre el barón Taylor que por encargo del rey Felipe de Orleans compró a precios irrisorios y se llevó a la capital francesa unas 400 obras arte en la época de la desamortización. Pero este fue un trabajo que queda un poco al margen de mi trayectoria, que ha estado centrada en la historia del arte vasco. Una vez que regresé a casa fui profesor en Oña y, al cerrarse el centro, pasé a ser profesor de la Universidad de Deusto, primero en Bilbo y luego en Donostia.

­Tiene usted una amplia bibliografía publicada. ¿Ha sido esta última obra la que más le ha costado? No. La historia del arte es un campo en que el llevo trabajando muchos años, sobre todo en el arte medieval y moderno y estaba preparado para abordar una síntesis de la historia del arte vasco.

­¿Qué ha cambiado en estos 40 años en el campo de historia del arte vasco? Ha cambiado todo. Hace 40 años había pequeñas monografías, por ejemplo, sobre la iglesia de un pueblo o sobre una catedral. Ha sido la universidad la que ha cambiado el panorama por completo. Comenzamos a fomentar las tesis doctorales sobre nuestro arte. Y a partir de ese trabajo de campo se llegó a trabajos de síntesis. Aquí, en el 75 organizamos un ciclo de conferencias sobre cultura vasca que se recogieron en dos volúmenes y al año siguiente hicimos lo mismo con la historia. A partir de esos trabajos elaboré una síntesis, aunque con algunas lagunas, que se llamó "Arte vasco", que se publicó en Erein. Fue la primera tentativa de una historia complexiva. De eso hace veinte años. Con posterioridad se han hecho más investigaciones y creíamos que era hora de hacer una historia más completa.

­¿Existe, por lo tanto, un arte vasco? En la época de la globalización, no sé hasta qué punto se puede hablar de una identidad neta de lo vasco y del arte vasco. Eso puede ser discutible, pero es evidente que el arte vasco existe. Barañano y González Durana escribieron un trabajo muy meritorio que titularon "El arte en el País Vasco", insinuando que hay mucho arte que no es propiamente vasco. Pero eso ocurre en todos los países. Si los italianos o los alemanes lo hacen, yo por qué voy a tener reparo en hablar de arte vasco, si es un arte que se ha hecho aquí. Es un tema que trato al final de la obra. Los vascos tienen una forma particular de ver la naturaleza, la historia y por supuesto de ver el arte, con formas que son propias. Otra cosa es que esos rasgos no sean permanentes ni eternos, porque la cultura es un terreno movedizo y evolutivo y no sabemos qué será dentro de unos años lo vasco y el arte vasco.

­¿Cuáles serían esos rasgos identitarios? Hay características, por ejemplo, en el arte sacro. Tenemos un estilo de iglesias columnarias que por las razones que sean cristalizó aquí. La arquitectura de nuestros ayuntamientos también se identifica con facilidad. Son caracteres como la seriedad, la solidez, la permanencia y una cierta resistencia a ser seducidos por la imagen y por lo icónico, tendiendo a formas más abstractas. Son caracteres que se repiten a lo largo de los siglos en Euskal Herria, incluyendo por supuesto Iparralde y Nafarroa.

­Siendo Euskal Herria un pueblo sin estado propio, ¿es el suyo un arte pobre? Quizás es arte más pobre en cantidad, si nos comparamos con otras naciones con estado. Pero los artistas vascos han mostrado una fuerza enorme en ciertas épocas, sobre todo en las épocas de prosperidad económica. Hemos tenido verdaderos genios como Juan de Anchieta o Araoz y sus discípulos. Hay en nuestra historia escultores y pintores de muchísima calidad.

­¿Aborda en su obra la generación de Oteiza y Chillida? Por supuesto. Estudio la generación que yo llamo de los 50 y también me ocupo de la siguiente, aunque he tenido grandes problemas con la selección.

¿Si tuviera que hacer una tesis doctoral en la actualidad, qué tema elegiría? Elegiría un tema de arte vasco, pero en el 45, en mi tiempo, hubiera sido una pretensión absurda. De todas formas, siempre me ha gustado lo que se esconde detrás del arte, el hombre que está detrás. Y cada trabajo que termino, me plantea nuevos interrogantes. Un investigador nunca se da por vencido, nunca acaba de terminar. El que se ha dedicado al estudio en profundidad de cualquier especialidad, quiere más.

­¿Qué diría al posible comprador para se decidiera? Es una obra de historia de arte convencional, cronológica, pero cada capítulo se abre con el contexto histórico y termino cada capítulo con una síntesis.

(publicado el 12-07-2004 en el diario Gara)


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Perfil de Juan Plazaola
'Un hombre dedicado a la investigación del arte y la reflexión estética'

EL LIBRO

Título: 'Historia del arte vasco. De la Prehistoria al siglo XX'
Autor: Juan Plazaola
Editorial: Etor Ostoa
Páginas: 960 en cuatro tomos. También en formato CD Rom


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