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Iñaki Egaña acaba de publicar «Quién es quién en la historia del país de los vascos», libro en el que el historiador donostiarra ha reunido cerca de dos mil breves biografías de los más variados personajes de Euskal Herria, desde la antigüedad hasta nuestros días. Aunque en la estela de los clásicos manuales «Who is Who» anglosajones, «éste no es un Who is Who al uso, sino un tanto heterodoxo» advierte el autor.

Donostia-San Sebastián. Banderizos, resistentes, escritores, reyes y reinas, políticos, militares, brujas, negreros, víctimas, joteros, deportistas, exploradores y un larguísimo etcétera tienen un hueco en el Quién es quién de Iñaki Egaña, que es un libro de biografías, aunque no un libro de biografías al uso. Y no lo es por diversas razones, pero, sin duda, la principal de ellas es que el autor, desde el primer momento, se ha encargado de que no lo sea. «Para eso están las enciclopedias o internet», señala al respecto.

Egaña, experimentado en este tipo de trabajos, como lo prueban Diccionario histórico-político de Euskal Herria o Mil noticias insólitas del país de los vascos, aun sabiendo de antemano que la exhaustividad en este campo era imposible, decidió elegir los personajes a biografiar desde una óptica lo más amplia posible. «La pista me la dio Pío Baroja explica, que recordaba que este país tan pequeño ha dado personajes de lo más contrapuesto: ha dado, por ejemplo, a Ignacio de Loiola o Francisco Xabier y también al hansenista Saint-Cyran, acérrimo enemigo de los jesuitas; ha dado a Zumalakarregi o Elío y también a Mina, luego libertador en México, o Jáuregui Artzaia. Alguien me ha preguntado: ¿Cómo has podido meter a Melitón Manzanas?. Pues lo he metido porque era un tipo de Irun y, aunque fuese un torturador, también es un personaje que ha dado el país».

En Quién es quién están «los que todos esperamos que estén», como Lope de Aguirre, Etxepare, Garat, Mazarredo, Oteiza, Sancho el Sabio, Indurain, pero también centenares de personas de las que no tenemos apenas referencias, como el bertsolari Prudencio Abarrategi, la soldado Ana Abizkiza o el bandido Gaspar Ardanaz. «La historia subraya Egaña no la hacen sólo los grandes protagonistas, sino también la gente anónima, ladrones, amas de casa, prostitutas, arrantzales... Meter a todos es imposible, pero sí he querido dejar claro que esas personas han existido, existen y existirán. Ceñirnos a los grandes protagonistas de siempre nos alejaría de la realidad».

A pesar del volumen de Quién es quién (más de 500 páginas), Egaña afirma haber eliminado al menos 300 en las últimas correcciones. «Lo he hecho en busca de un equilibrio, porque me di cuenta de que, por esas querencias personales que todos tenemos, había incluido un montón de piratas, brujas, futbolistas... e incluso cinco capadores, cuando con uno hubiera bastado. Del mismo modo, me di cuenta de que faltaban los chavales que murieron en la Primera Guerra Carlista o los que lo hicieron con el uniforme francés en Argelia o Indochina. Y he incorporado algunos de ellos, para dejar constancia de esos pasajes de nuestra historia, aunque nos parezcan vergonzosos».

Si «heterodoxa» ha sido la selección de personajes, no lo ha sido menos la propia redacción de las biografías. «Me gusta reflejar mucho de lo que yo pienso en lo que escribo. Utilizo además algunos recursos para tomarle el pelo al lector y lograr su complicidad, como cuando, por toda biografía de un Banu Qasi que vivió en el siglo X, transcribo un texto íntegramente en latín. A veces, el registro se limita a una mera observación o una frase ingeniosa. En otros casos, como los de Baroja o Aresti, me limito a copiar una frase o un poema que me deslumbraron, porque qué voy a decir yo sobre ellos que no hayan dicho ya antes grandes especialistas».

A cuenta de la demonización

La idea de escribir Quién es quién tomó cuerpo en la mente de Egaña «un día que me levanté, puse la radio y escuché una vez más cómo nos demonizaban a los vascos. Esa demonización también se había producido en épocas anteriores y yo ya lo sabía, pero aquel mismo día, casualmente, encontré en la biblioteca un opúsculo de 1934 en el que un tal Xabier de Azkoitia vindicaba a los vascos frente a quienes en las Cortes españolas les habían llamado cavernícolas. Y lo hacía a través de un listado de vascos notables. Aquel opúsculo y aquella idea me parecieron una joya. Y me planteé hacer algo por el estilo, pero más completo y más personal», indica Egaña.

EDORTA KORTADI: «UNA OBRA BÁSICA Y EFICAZ»

M.A./Donostia. En el acto de presentación de Quién es quién, la introducción corrió a cargo de Edorta Kortadi, quien no escatimó elogios para el trabajo de Iñaki Egaña.

«Un país tan pequeño, tan poco reconocido y casi desconocido por el resto del mundo como el nuestro, que es Euskadi, requiere de instrumentos tan elementales como este libro, que permite al lector conocer rápidamente quién es el personaje que se trae entre manos, en qué coordenadas históricas se movió y qué aportaciones realizó».

El profesor de la Universidad de Deusto reconoció que cabe preguntarse por qué faltan tales o cuáles personajes, pero afirmó sin dudar que «todos los que están, son».

Kortadi destacó que, a pesar de la dificultad que entraña un trabajo «enciclopédico» como Quién es quién, Egaña lo ha abordado «con notable seriedad, respeto y apertura de miras», y ha logrado «una obra equilibrada y necesaria, un instrumento de trabajo básico y eficaz».

(publicado el 20-06-2005 en Gara)

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«Quién es quién», vascos de todo pelaje y condición desde la antigüedad hasta hoy; Iñaki Egaña publica 2.000 biografías de personajes de la historia de Euskal Herria (en Gara)

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