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Aritz Garate/BIlbao. Hilari Raguer Monje benedictino, es el autor de la biografía sobre Aita Patxi, sacerdote vasco que podría ser beatificado este mismo año. La figura de Aita Patxi es una figura prácticamente anónima para la mayoría de los vascos. Sin embargo, está en proceso de canonización por haberlo dado todo en favor de los más desfavorecidos. En los trágicos momentos de la Guerra Civil, Aita Patxi sufrió junto con los miles de presos la represión franquista, llegando incluso a canjear su persona por aquellos que iban a ser fusilados. Hilari Raguer, monje benedictino catalán y autor de una biografía sobre Aita Patxi, da muchos detalles de aquellos años en los que Aita Patxi se volcó con los que más sufrían.

¿Como surgió la idea de hacer la biografía de Aita Patxi?

Desde 1960 me dedico a estudiar el aspecto religioso de la Guerra Civil, en este sentido es extraordinariamente importante el drama de los católicos nacionalistas vascos. Un pasionista vasco, el padre Gregorio Arrien me pidió que escribiera esta biografía. Existe una biografía anterior escrita por el padre Lopategui pero que por la fecha en que se publicó, 1976, no explica un aspecto importante de la personalidad de Aita Patxi: su patriotismo vasco. Por eso me pidieron que escribiera esa biografía en su totalidad. A Aita Patxi se le compara con San Maximiliano Kolbe, ¿cuáles son las similitudes? Sobre todo el gesto de ofrecer la vida por otro a quien iban a fusilar y que además era padre de familia. Kolbe era un religioso mariano que decidió cambiar su vida por otro prisionero del mismo campo de concentración nazi. A Kolbe se le aceptó el cambio y fue fusilado; en el caso de Aita Patxi no se consumó el fusilamiento. Pero la caridad de su ofrecimiento es la misma. Aita Patxi sirvió como capellán de un batallón de gudaris, ¿cómo fue su vida en el frente? Él compartía la suerte de su pueblo hasta el final, fue su tarea primordial. Además de su apostolado sacerdotal, se desvivía por todas las necesidades que tuvieran los gudaris. En los combates, sin miedo a las balas y obuses, corría a los sitios de más peligro a recoger un herido o a ayudarlo a bien morir. Aita Patxi vivió en primera persona el bombardeo de Gernika, en sus memorias escritas después de la guerra expresa el horror de la matanza. Más adelante cayó prisionero, pero a pesar de su condición de sacerdote se mantuvo con los presos, ¿por qué? Cuando le capturaron le preguntaron si se había pasado al bando franquista o lo habían cogido. Siempre que hacían nuevas diligencias o le cambiaban de campo le hacían la misma pregunta, el siempre respondía que le habían hecho prisionero. Quería ayudar a los presos espiritualmente y materialmente, para ello creía que debía estar con ellos. Incluso el cardenal Gomá llegó a afirmarle que era voluntad de Dios que estuviera con los presos. En dos ocasiones Aita Patxi ofreció su persona como canje por prisioneros que iban a ser fusilados, ¿por qué? Aunque fueron los dos casos más destacados de su actuación, no son una excepción, sino la culminación de lo que hacía todos los días por los presos. Todos aquellos años estuvo entregándose todo el día, se desvivía por satisfacer todas las necesidades que pudieran tener los presos, desde lograr comida o acarrear agua hasta que pudieran tener ropa limpia. ¿Por qué no ha sido Aita Patxi beatificado aún? Los procesos de canonización, salvo algún caso excepcional, suelen ser muy largos, a menos que sean mártires en el sentido estricto de la palabra. En el caso de Maximiliano Kolbe, fue la intervención de Juan Pablo II la que logró que fuera considerado mártir aún no habiendo muerto por el odio a Dios, sino por entregar su vida por salvar la de otro. En el caso de Aita Patxi sé que la causa está muy adelantada y puede que este año sea beatificado, aunque el haber estado del lado republicano no le ha ayudado. ¿A qué se debe el desconocimiento que hay sobre la figura de Aita Patxi? En primer lugar debo decir que creo que es una injusticia ese poco conocimiento. Lo atribuiría en parte a razones políticas pero, superadas las circunstancias de situaciones anteriores, ha llegado el momento de que la figura de Aita Patxi pueda ser reconocida más popularmente.

(publicado el 21-06-2006 en Deia)

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«Haber estado del lado republicano no ha ayudado a la canonización de Aita Patxi»; Podría ser beatificado este mismo año

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