En Plaza Mitre y alrededor del Retoño, la Euskal Etxea plantó algunos Nomeolvides. En palabras de Cebey, “No queríamos flores muertas, queríamos flores vivas; por eso decidimos plantar. Y elegimos Nomeolvides porque también es la flor de los armenios y de la resistencia ante los nazis. La idea es resignificar muerte por vida”, explicó el lehendakari. Participaron de la ceremonia los representantes del Gobierno Vasco, de FEVA y abanderados de las euskal etxeas (foto Delegación de Euskadi en Argentina)