Llegandos al final de la fiesta, el centro Laurak Bat ofreció un homenaje a quien durante estos últimos cuarenta años ha sido y es txistulari pero por sobre todas las cosas un gran difusor de la música vasca, maestro y amigo de la casa. Los dantzaris del centro le dedicaron un ‘Aurresku’ y la lehendakari Arantxa Anitua le entregó un recordatorio (foto Sergio Leali)