Y no solo por la ciudad, el río o los paisajes. Fue la gente del Centro Vasco, su forma de recibirlos, lo que más deslumbró a los viajeros: “El sentimiento que tienen para con el euskera, con Euskal Herria, su cultura, sus paisajes… es difícil expresarlo con palabras. Se les iluminan los ojos, les brillan cuando hablan de sus antepasados…”, expresó Oihana Iguaran (foto Bertso Pilota)