El Euzko Etxea organizó tres actividades: el programa comenzó con un rezo y ofrenda floral a los inmigrantes de Euskal Herria y descendientes de la comunidad pirenaica que descansan en el Panteón del Centro, ubicado en el Cementerio Municipal La Piedad. A continuación se ofreció la tradicional misa conmemorativa de la fecha. Para cerrar el día, las puertas del Centro Vasco se abrieron para festejar el Aberri Eguna con una cena en el Salón Euskal Herria. Como siempre, fueron los dantzaris los encargados de animar la noche (foto EE)