Iruña-Pamplona, Navarra. El acto, que ha contado con la presencia de las primeras autoridades de Navarra y representantes de los estamentos sociales, económicos y educativos de la Comunidad foral, ha comenzado sobre las 11,30 horas con la interpretación del himno de Navarra a cargo de la banda de Trompetas y Timbales del Gobierno de Navarra.
A continuación, el secretario primero de la Mesa de la Cámara, Maiorga Ramírez, ha dado lectura al Real Decreto de nombramiento de Uxue Barkos como Presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, quien ha tomado posesión de su cargo bajo la fórmula:
“Hitzematen dut Nafarroako Foru Araubidea errespetatu, mantendu eta hobetuko dudala, Konstituzioari eta legeei men eginen diedala eta Nafarroako Foru Komunitateko lehendakari karguari dagozkion betebeharrak leialki beteko ditudala”.
“Prometo respetar, mantener y mejorar el Régimen Foral de Navarra, acatar la Constitución y las Leyes y cumplir fielmente las obligaciones del cargo de Presidenta de la Comunidad Foral de Navarra”.
Tras la promesa, ha intervenido la Presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, quien ha señalado como hecho histórico que sean dos mujeres quienes representen las más altas instituciones de Navarra, Parlamento y Gobierno, y manifestando su aspiración a una “democracia radical y extrema”, con la participación de la ciudadanía en la vida pública y política, recuperando su capacidad de decisión.
Defensa incansable de los derechos históricos de Navarra
A continuación, la Presidenta de Navarra, Uxue Barkos, ha comenzado su intervención, en la que ha utilizado el castellano y el euskera, aludiendo a la nueva época que comienza en Navarra fruto de la decisión soberana de los navarros, y con un reconocimiento a quienes “durante décadas con su trabajo por una Navarra libre y solidaria nos han cedido el testigo”, así como a los hijos e hijas de fusilados, que “soportaron la represión y la discriminación de una dictadura y supieron defender sus ideas en una democracia que aún hoy a muchos les niega los restos de sus familiares”. Ha recordado también a quienes han defendido incluso con la vida la libertad y el progreso, “pero con la generosidad de la convivencia y renunciando y denunciando el uso de cualquier tipo de violencia para imponer sus ideas”.
Tras un recuerdo a su padre, como su referente personal y político, Uxue Barkos ha señalado que Navarra tiene una “oportunidad histórica para convivir en paz” tras sufrir la lacra de la violencia, y que “desde el reconocimiento de la memoria, estamos obligados a aferrarnos a la paz para desterrar definitivamente la muerte de entre nosotros por la libre defensa de las ideas”,erradicando los enfrentamientos y terminando con la marginación por idioma o creencias. Aboga por que todos los navarros tengan los mismos derechos sociales y civiles, corrigiendo los desequilibrios territoriales a través de la acción de gobierno.
La Presidenta Barkos ha indicado que la fortaleza de este cambio vendrá dada por la capacidad de dignificar la política, como servicio a los demás, y como “ejercicio cotidiano de participación y compromiso”, lo que obliga a un compromiso ético y ejemplar mediante las actitudes personales, “siendo honrados y velando por la honradez de lo que nos rodea". Ha dicho también, que este cambio no solo corresponde a quienes participan de las instituciones, sino también a la sociedad: “cada navarra y navarro debe ser consciente que la tarea también va con ellos”, teniendo presentes los principios éticos en todos los ámbitos.
Ha recordado también la singularidad de Navarra como una realidad histórica y política que no siempre ha sido observada por “quienes han estado en la otra parte de la mesa del acuerdo y del pacto”, a quienes ha anunciado que “en esta presidenta y en su Gobierno tendrán unos incansables negociadores en la defensa de los derechos históricos” que son “un ejercicio de responsabilidad y nunca de privilegio ni de insolidaridad”.
Consciente de que su “posicionamiento político como abertzale en Navarra” no coincide con la mayoría de la sociedad ha resaltado que “sólo las mujeres y los hombres de esta comunidad decidirán su propio destino: sin presiones de ningún tipo y sin dependencias externas”. Ha mostrado igualmente su voluntad de que las “energías del cambio no se pierdan en la discusión de intereses partidistas”.
Ha finalizado su intervención con sus deseos de excluir la pobreza en Navarra, de alcanzar el pleno empleo, de erradicar todo tipo de discriminación, de que los navarros sientan el euskera como su lengua, de que Navarra sea referente como sociedad innovadora, de ampliar su autogobierno y que todos puedan decidir su destino libre y pacíficamente integrados en la Europa del siglo XXI.
300 invitados
Al acto han asistido alrededor de 300 personas, entre ellas los los expresidentes del Parlamento y Gobierno de Navarra, Ejecutivo en funciones, la delegada del Gobierno, los miembros de la Mesa y Junta de Portavoces, los parlamentarios de la cámara, y diputados y senadores por Navarra.Estaban invitados asimismo los alcaldes de las cabezas de Merindad y de poblaciones mayores de 10.000 habitantes, los presidentes del Consejo de Navarra, Cámara de Comptos y Defensor del Pueblo, así como a organizaciones cívicas, empresariales, sindicales, universitarias y de cooperación, además de familiares y amigos de la Presidenta electa.
El acompañamiento musical ha corrido a cargo del Orfeón Pamplonés, que ha interpretado dos piezas, la popular Axuri Beltza, de Jaurrieta, tras la promesa del cargo, y “Navarra mía”, de Raimundo Lanas tras la intervención de la Presidenta Barkos. La ceremonia ha concluido con la interpretación de un aurresku a cargo de un miembro de Duguna Dantza Taldea.