Aitzol García. Cada uno tiene una motivación diferente, pero todos coinciden en un anhelo: conocer el euskera, una lengua con la que algunos de ellos no tienen ninguna relación por origen o familia, pero que les ha atrapado hasta el punto de embarcarse en la aventura de intentar dominarla. Una representación de la treintena de euskaltzales valencianos que pelean con el nork, nori, nor en la capital del Turia, se ha acercado este pasado fin de semana a intentar empaparse in situ del ambiente euskaldun, y a conocer lugares emblemáticos del país, como la Casa de Juntas de Gernika y su Árbol, o la sede de Euskaltzaindia, donde han recibido una información académica pero no por ello menos amena de lo que es la lengua vasca.
La organización de esta visita ha corrido a cargo del Centro Vasco-Navarro de Valencia-Laurak Bat, y ha contado con el apoyo del Departamento de Euskera de la Escuela de Idiomas de la capital valenciana.
El periplo de este grupo de alumnos de primer nivel de euskera se inició el pasado viernes con una visita a las instalaciones de DEIA, donde los estudiantes, liderados por su profesor, el lekeitiarra afincado en aquella ciudad German Eiguren Goitia, departieron con los periodistas sobre los más diversos temas relacionados con la lengua vasca y con Euskadi. El sábado visitaron la Casa de Juntas de Gernika, donde recibieron cumplida información sobre la historia y el presente de esta institución singular de la estructura institucional vasca, y sobre el símbolo de las libertades de los ciudadanos de este país, el Árbol de Gernika. Desde allí se trasladaron a Mundaka. El domingo, fue el turno de la visita al Museo Guggenheim y al monumento La Huella, en Artxanda, en recuerdo a los combatientes por la libertad durante la Guerra Civil. Ayer, lunes, los miembros de esta embajada fueron atendidos en Euskaltzaindia por el catedrático y director del Archivo de la institución académica, Pruden Gartzia. A media tarde, el grupo de estudiantes y su profesor tomaron un vuelo con destino a Valencia.
La capital del Turia abrió este curso por primera vez sus puertas al euskera en su escuela oficial de idiomas, con dos aulas de primer nivel que reúnen a más de una treintena de alumnos. Clases de euskera se imparten también en los locales de Laurak Bat, euskal etxea que cuenta ya con una trayectoria de vida de más de seis décadas. También desde la asociación Euskaltzaleok se fomenta el euskera con la enseñanza y distintas actividades. Valentzian ere, euskaraz. Bejondeiela!