Al repasar la historia y los sucesos que han acontecido en Centro Basko, se pueden hallar mil historias y personajes emblemáticos como Carlos María Bilbao, en las diferentes disciplinas que alberga la institución. Pedro Azcoiti, una figura destacada en el básquet de los “Toros”, y que fue campeón con el equipo en 1972, trae a la actualidad sus primeros pasos en el club vasco.
“Empezamos allá por el año 1967 o 1968. Donde ahora está el salón de fiestas, era la cancha de básquet, descubierta y con piso de cemento. Alguna diferencia”, recordó “Perico”, en relación al suelo de la primera cancha de Basko hacia finales de la década del '60, completamente diferente al de madera con el que hoy cuenta la institución.
“Allí empezamos con Coco Arrospide que era el que nos dirigía, y que había sido un muy buen basquetbolista del Club Juventud”, recordó Azcoiti sobre la influencia de Francisco Arrospide en sus inicios en el básquet, y expresó que, en aquel entonces, si bien no había ninguna regla escrita “para todos los chicos que veníamos al Centro Basko era obligatorio jugar a la paleta”. “Algunos salieron buenos, que no es mi caso”, mencionó entre risas.
El vuelco de Basko al básquet
“Cuando se empezó con el básquet, todos probamos a ver cómo andábamos con el básquet, y toda esa generación del cuerpo de baile pasó por las canchas. Algunos quedamos, la mayoría dejaron”, explicó Pedro Azcoiti, emblema de la historia del Centro Basko, acerca de cómo empezó a circular la pelota naranja en el club,
“Ahí se suma Ricardo Giacomini, padre de dos exjugadores como Horacio y Daniel, y luego nosotros tuvimos dos o tres años el equipo de cadetes, nada más, porque en esa época había primera y cadetes. Si tenías 12 años, jugabas con los de 18”, detalló “Perico” acerca de la división de categorías en esa época: “Era complicado, y yo era uno de los más chicos, por lo tanto supe de lo que son esas complicaciones”.
El campeonato del ‘72
“Ya en el año 70, se hizo un equipo de primera con algunos jugadores que habían venido de Palermo, y algunos cadetes que empezamos a jugar y mechábamos en primera”, destacó Azcoiti, sobre la construcción del equipo que dos años más tarde se coronaría campeón: “Ahí ya se había techado ese piso, pero los primeros pasos fueron al aire libre en piso de cemento. Si te caías, imagínate cómo quedabas”.
El ex jugador de Basko también recordó que en la época del campeonato “se producía el cambio entre la vieja pelota de cuero y la que nosotros llamamos americana”.
“En el piso de cemento, la pelota americana, que es la que la habitual de hoy, y no se concibe jugar al básquet con otra pelota que no esa, debía durar dos partidos y quedaba destruida. Así que la americana la teníamos para los partidos, pero nos entrenábamos con la de cuero”, comentó Azcoiti, acerca de la curiosidad de la pelota naranja que se utiliza en la actualidad, y que en ese momento no tenía la durabilidad que hoy sí posee debido al material de las canchas.
A su vez, “Perico” mencionó el dato de que “había una de cuero rellena de arena, cocida, para dar los pases. “Cuando agarrabas esa pelota, volaba. Era un misil”, manifestó entre risas.
Basko, aferrado al sentimiento y la familia
“Fue una época muy linda con Coco Arrospide, y después se sucedió una cantidad enorme de gente que colaboró y que trabajó en el Centro Basko porque hasta llegar al día de hoy… miremos lo que han hecho”, declaró Pedro Azcoiti, acerca del gran momento que atraviesa la institución, que en el próximo mes tendrá su debut en el Torneo Federal: “Todo a pulmón, como siempre se hizo en el Centro Basko”.
“Recuerdo cuando viajábamos a San Cayetano. El primero que ponía el auto era Arrospide, que ponía nafta de su bolsillo. Después algún padre, alguno de la subcomisión de básquet, alguno de la comisión, y así salíamos todos para San Cayetano con el equipo de cadetes y el equipo de primera. Había que juntar cinco o seis autos, porque sino no había lugar para todo para todo el equipo”, enfatizó Azcoiti sobre la particular manera de viajar a disputar los torneos en los autos de los padres y los directivos del club.
“Así fue como se fue haciendo, con mucho esfuerzo. Fundamentalmente un grupo de amigos, una gran familia como lo es el Centro Basko. Esto se debe a esa gran familia, y creo que hoy en día, Javier Iturralde es el emblema”, mencionó Azcoiti, acerca de quien en la actualidad está a cargo de la subcomisión de básquet.
La historia de las camisetas 5 y 14
“La 14 es con la que salimos campeones en el año 72. Éramos dos o tres que veníamos de Chiquilines jugando, y yo tuve la suerte de ser titular en ese equipo y encima de salir campeón con Centro Basko”, comentó “Perico” acerca del dorsal con el que pudo alcanzar la gloria en el equipo.
Sin embargo, en sus inicios, utilizaba una diferente: “Cuando empecé a jugar, se compraban camisetas. Se compraron del 4 al 15, que era la numeración del básquet. Del 4 al 6 era un talle, del 6 al 8 otro talle y del 8 al 15 que era el número más alto, otro talle. A los más grandes les daban la 13, la 14 y la 15, y como cuando empecé a jugar, yo era de los más chicos, a mí me tocó la cinco, que era la camiseta del ‘Negro’ De Lisazo”, explicó Azcoiti, acerca de su primera camiseta, la número cinco, utilizada por José Ignacio De Lizaso en gran parte de su carrera.
“Venía de Bahía Blanca de paseo, a visitar a su familia. y se daba una vuelta por los distintos clubes y hemos jugado con el ‘Negro’ De Lizaso. Tendríamos 15 años y él venía. Era como si hoy se apareciera Ginobilli a jugar con los chicos. Para nosotros era la gloria. Y yo tenía la camiseta de él”, recordó el emblema de Basko, sobre De Lizaso.
“Después crecí, y en primera hubo nuevos talles y nuevas camisetas. Entonces, a mí me dieron una de talle grande y pedí la 14, que era la de Cabrera, mítico de Bahía Blanca. El otro era Fruet”, manifestó “Perico”, sobre la 14, el otro dorsal que utilizó en su carrera, y que en este caso, fue elegido en honor a Alberto Cabrera, otro de los históricos jugadores de Olimpo de Bahía Blanca junto a De Lizaso y Atilio Fruet. “Jugué con el número de De Lizaso y con el número de Cabrera. Con la 5 y con la 14”, cerró Azcoiti.