Beatriz Sotillo. Ser una de las culturas más antiguas de Europa y, al mismo tiempo, un país que a lo largo de la historia ha proyectado hacia el mundo innovación, creatividad y tenacidad. Esas han sido las características que han inclinado la balanza a favor de Euskadi y han hecho que el País Vasco sea la cultura invitada en el Smithsonian Folklife Festival de este año. Michael Atwood Mason, director de Smithsonian Center for Folklife and Cultural Heritage, resalta la importancia de la cultura vasca y de la persistencia del euskera y confía en que la cita de este verano en Washington sirva para que “este país tan bonito” sea conocido por millones de norteamericanos.
Michael Atwood Mason, un antropólogo que ya conocía Euskadi, no deja de ensalzar los valores culturales de esta tierra y la capacidad de los vascos para mantener viva su identidad en un mundo globalizado siendo, al mismo tiempo, fieles a sus tradiciones.
¿Cuáles fueron las razones que los responsables de The Smithsonian Center tuvieron en cuenta para elegir la cultura vasca como invitada del festival de este año?
-Para esta edición nosotros habíamos escogido el tema de las comunidades resistentes y después de evaluar muchas posibilidades pusimos el foco en el País Vasco y en la cultura vasca al constatar que junto a un origen antiguo tiene una presencia universal constante. Hemos elegido el País Vasco porque aúna la permanencia, la tenacidad, la persistencia de una lengua -el euskera-..., porque es quizás la identidad cultural más antigua de Europa. Es una cultura con raíces muy antiguas y una presencia contemporánea global.
¿Y qué les ha llevado a considerar al País Vasco como una ‘comunidad resistente’?
-Dentro de esta calificación hemos escogido a Euskadi en parte por la persistencia de su idioma pese a todas las dificultades. En Smithsonian Center for Folklife and Cultural Heritage tenemos mucho interés por los idiomas amenazados o, como se dice en Europa, por las lenguas minoritarias. Ese aspecto y la defensa del euskera han jugado un papel importante en la elección. Pero por encima de todo eso hemos valorado otros aspectos muy atractivos y superimpresionantes de una cultura que se ha mantenido viva durante muchos años en unas condiciones muy difíciles. La vasca es una cultura que a pesar de esas dificultades se ha desarrollado, y sigue haciéndolo, de muchas formas y todas muy interesantes. Que goza de reconocimiento internacional por su gastronomía y su innovación en muchos sectores. Desde nuestro punto de vista, la cultura se ve en todos los aspectos de la actualidad vasca.
El festival mostrará diversos aspectos de la cultura vasca, ¿también de la gastronomía?
-Sí, la gastronomía va a jugar un papel muy importante. Se hablará de la cocina de casa, de los txokos, de la comida compartida en comunidad y, obviamente, de esa gastronomía actual sumamente desarrollada y reconocida por su excelencia, innovación y creatividad.
¿Ha sido muy complicado coordinarse con las instituciones vascas para organizar los actos y preparar el programa del festival?
-La organización del festival es un proceso en el que siempre tenemos varias instituciones involucradas y siempre trabajamos de forma colaborativa, así que este año no ha sido una excepción. Lo que me parece más importante es que en este momento tenemos a todas las instituciones vascas colaborando con nosotros para hacer el mejor festival posible y para conseguir dejar en el público estadounidense una gran impresión y buena imagen del País Vasco.
¿Habrá alguna novedad en la estructura del festival?
-Para nosotros este festival representa una continuidad con lo que siempre hemos hecho. La finalidad de la cita anual y de todos los actos que la componen consiste en presentar al público la realidad de una cultura dinámica en su situación actual, centrándonos en su historia y su patrimonio ancestral pero también con vistas a su actualidad y su futuro.
¿Tiene una estimación del número de personas que podrán conocer la cultura vasca este verano gracias al festival?
-El año pasado hubo más de cuatro millones de personas participando en el festival en la Alameda Nacional de los Estados Unidos y también a través de los medios sociales. En esa cifra no se contabilizan las personas que accedieron a informaciones o reportajes en la prensa, así que en realidad pueden ser muchos millones de personas las que van a tener la oportunidad de oír hablar del País Vasco, de conocer más cosas y de entender la realidad actual de este país tan bonito.