Raúl Adriazola. Muchas veces los contratiempos o malos momentos de la vida tienen un porqué, y nos llevan a descubrir cosas insospechadas. Esto le pasó a Graciela, masajista terapéutica, a quien la semana pasada le robaron su vehículo y demás herramientas de trabajo. De esta desgracia la salvó la solidaridad de un ángel, pero no venido del cielo, sino de la zona de Bilbao, país vasco, que le regaló su auto.
Es que un joven músico, enamorado de nuestro país y de Mendoza, que llegó en 2019 cuando hacía una travesía ciclística, y se quedó, supo del grave problema de la vecina de Dorrego, que no podía trabajar -tiene dos hijas- tras el robo del coche, y enterado de esto, el español le cedió su auto Hyundai. Este jueves firmarán la transferencia. ¿El nombre del solidario? -Gotzon, que en castellano significa "ángel".
El nombre completo del vasco solidario de 29 años es Gotzon Batikon Etxegarai, y es un español enamorado de nuestro país, romance que comenzó en 2012, cuando llegó como músico invitado a una celebración de su colectividad en Rosario, Santa Fe. Él toca el acordeón, y en su segunda visita quiso estudiar nuestra música y unir Ushuaia con la Quiaca.
"Vine de España en 2019, un poquito antes de la pandemia. estaba haciendo un viaje, y por motivos de salud, me tuve que internar aquí en un hospital de Mendoza y tuve que parar. Había recorrido toda la Patagonia y tuve que parar aquí, por una cosa menor, pero me tuvieron que intervenir", describió el motivo de su instalación en Mendoza, dijo el vasco que aquí lo llaman Bati, y que intentaba unir Tierra del Fuego con La Quiaca, en Jujuy.
Un acto solidario de extrema generosidad
"Me enteré de que a Graciela le habían robado el auto porque lo publicó en las historias de Whatsapp una vecina. Hablé con esta vecina, que me contó que Graciela trabaja como masajista a domicilio, atendiendo pacientes en recuperación, y que con eso sostiene a sus dos hijas. Le robaron el auto y entonces yo le ofrecí mi auto, al que acababa de sacar del taller", detalló Bati.
"Este auto lo compré usado, es importado y ya tiene sus años. Lo tuve que hacer rectificar y ha estado casi cinco meses en el taller. Parece que lo han dejado bien, y cuando supe que a la señora (Graciela) le habían robado su coche tomé la decisión. Mi vecina se enteró porque la hija (de Graciela) es compañera de su nena. La conoce bien, y por eso publicó la historia", explicó el vasco solidario.
"La dejaron en banda, ya que dentro del auto tenía la camilla que usa. Tiene dos hijas, y necesitaba trabajar. Entonces le dije que dárselo era el mejor final que le podía dar a este auto", agregó Bati.
Este jueves (26/5) Batikon y Graciela se reunirán a las 9 en el Registro Automotor N° 2 para efectivizar la transferencia del Hyundai, que ayudará a trabajar a la masajista.
Un viaje soñado por Argentina
El músico vasco llegó por segunda vez a nuestro país con la consigna de recorrer en bicicleta los caminos desde el extremo Sur al punto más al Norte, La Quiaca, algo que finalmente logró cuando se recuperó de su dolencia en Mendoza y bajaron las restricciones sanitarias de la pandemia de Covid 19.
En España es músico y profesor de folclore y música popular vasca -toca el acordeón-. "Otro de los motivos por los que vine es que me gusta la cultura musical argentina. Siempre me pareció muy interesante y que podía hacer un buen intercambio", explicó Gotzon.
"Además de la música quiero estudiara aquí, y me anoté en la Universidad de Cuyo para estudiar teatro y residir como extranjero. Me gusta aquí, estoy rodeado de arte", confesó.
"Si todo va bien, y me dan la residencia, en agosto, luego sí me gustaría ir a España, al país vasco, a tocar música allá en el verano", informó el joven proveniente de Urduliz, cerca de Bilbao.
Sobreviviendo a la pandemia en Mendoza
La pandemia y su "parón" de salud lo mantuvieron en Mendoza y fueron tiempos duros. "Además de la salud, también se me estaba acabando el dinero. Comencé a trabajar en turismo, en la recepción de una hostería, era diciembre de 2020 y aún estaba abierto el turismo, y en la cocina de la rotisería de una amigo. No ganaba mucho, pero tenía para vivir", recordó el vasco.
"Ya con la pandemia, quedé varado, como muchos en el mundo, pero tuve suerte, porque el dueño de la hostería aprovechó la inactividad para construir dos habitaciones más y me propuso que me quedara a ayudarle. Me vino muy bien, ya que aprendí, ayudé y no fue tan duro", explicó Bati.
"Yo siento que el pueblo argentino es muy solidario, me lo demostraron en la Patagonia cuando andaba en la bicicleta, y luego aquí en Mendoza. Eso me hizo sentir cómodo para quedarme aquí a seguir aprendiendo y desarrollándome", concluyó Gotzon.