Andres Urrutia. Hombre culto y polifacético, sus feligreses le estimaron y le tuvieron en alta consideración por diferentes razones, entre las que destacan, además de su espiritualidad, su acendrado amor al euskera y a la cultura vasca, del que fue testigo el propio Sabino Arana, que ya en 1897, en el número 2 del periódico Baserritarra, uno de los muchos que él fundó y promulgó, se refirió en términos elogiosos a la labor que Juan José Badiola realizaba en torno a la utilización de la lengua vasca en la liturgia de la parroquia de Gautegiz Arteaga. La cita se refiere al clero de Gautegiz Arteaga, pero es muy significativa en cuanto que pone de relieve la situación de la lengua vasca en la liturgia de los pueblos euskaldunes de Bizkaia en aquella época y el impulso que Sabino Arana ve en Badiola y los demás sacerdotes de Arteaga:
Mas como quiera que para cumplir este tremendo cometido, tiene el Clero que ponerse en contacto inmediato con las inteligencias y los corazones de los fieles, es evidente que no podrá hacerlo é incurrirá en la espantosa responsabilidad consiguiente, si, para comunicarse con ellos, se sirve de una lengua que no entienden. El Espíritu Santo infundió en los Apóstoles la facultad de hacerse entender por todas las gentes que les oyeran, fuese cual fuese la lengua que éstas hablaran. Mas, para evangelizar y guiar á su Fin las almas de los euskeldunes, no le precisa hoy á Dios hacer ese milagro, porque Clero euskeldun hay numerosísimo. En las manos de éste, pues, está el cumplir debidamente, bajo el punto de vista que nos ocupa, la gravísima misión que Cristo le tiene confiada. Así lo ha entendido el virtuoso Clero de Gautegiz-Arteaga y así ha empezado á practicarlo; por lo cual le juzgamos merecedor de mil plácemes sinceros y entusiastas, no sólo de nosotros los euskerianos, sino de los católicos de cualquier nación extraña que quieran llevar dignamente ese nombre de hijos de la Iglesia. Antes, en efecto, desde hace algunos años, en erdera se rezaba en dicha Parroquia la Novena de San José; en erdera se cantaban las Flores de Mayo; en erdera, los villancicos de Navidad: todos ó la mayor parte de los rezos y cantos se hacían en erdera, y en erdera estaban escritas aún las cédulas de la Comunión Pascual y las tarjetas para la Vela al Santísimo. Hoy todo se hace en la lengua de los feligreses, en euskera: novenas, cánticos, papeletas, todo aquello, en fin, que pertenezca al culto que el pueblo arteagués tributa á Jaungoikua directamente y á Él en Andera Miren y los Deunes. El canto de las Flores de Mayo que estos días se celebran en Arteaga lleva música del distinguido profesor Sr. Eguskitza y letra de un popular euskerálogo, y ha sido dedicado á dicha Parroquia. Su título es Andera Mari Garbijari Oŕilako Abestija (Canto de Mayo á la Purísima Virgen María). ¡Auŕera gelditu barik!
El sermón de Elantxobe
Sin embargo, no terminan ahí las citas que el entorno de Sabino Arana dedica a la labor de Juan José Badiola en pro del euskera, ya que posteriormente, en el número 12 de la misma publicación, Ángel Zabala Ozamiz Kondaño, natural de Gautegiz Arteaga y uno de los primeros nacionalistas vascos, se refiere al sermón que Badiola pronunció en Elantxobe en la Festividad de San Pedro Apóstol del año 1897:
Séanos consentido terminar haciendo mención honorífica de tres magistrales sermones que recientemente hemos tenido la fortuna de oír pronunciar á otros tantos varones apostólicos adiestrados desde la juventud en la carrera de la predicación. Dispénsennos los señores don Andrés de Galdiz, Coadjutor de la Iglesia de San Nicolás de Bari única de Elantxobe, don Serafín de Albizuri, idem de la de Santa María de Bermeo, y don Juan José de Badiola, Cura propio de la de Nuestra Señora de la Asunción de Gautegiz-Arteaga, si causamos el menor desagrado á su reconocida modestia, estampando en las columnas de un periódico sus respetables nombres: quisiéramos hallar ocasión de sacar á la luz como los suyos los de otros varones no menos entusiastas del perfeccionamiento de nuestro idioma. Ostentó el primero las galas de su amena oratoria en la Iglesia de San Juan Bautista de la puebla de Ea, el día 24 del pasado mes de Junio, festividad de su Santo Patrono, y los dos últimos, no menos amenos, en la de la moderna anteiglesia de Elantxobe, en las solemnes funciones celebradas en ella con toda pompa en honor del Sagrado Corazón de Jesús y de San Pedro Apóstol, respectivamente. …Con locución enérgica, fácil palabra y argumentos contundentes, como todos los suyos, desarrolló el tercero de los aludidos como tema concreto estas palabras de San Agustín: San Pedro fue el primero en amor á Jesús.
La boda de Sabino Arana
De ahí que cuando el 2 de febrero de 1900, se reunieron en la ermita de San Antonio de Abiña, en el término municipal de Sukarrieta, Sabino Arana Goiri y Nicolasa de Achicallende, para celebrar su matrimonio canónico, el sacerdote que les acompañaba era Juan José Badiola Gabicagogeascoa, cura párroco de Gautegiz Arteaga y viejo conocido del propio Sabino Arana Goiri, con quien, como ya se ha dicho, compartía preocupaciones en torno al euskera y a la cultura vasca.
Da fe de aquel acto la partida de matrimonio en la que Juan José Badiola, cura-párroco de Gautegiz Arteaga, expresa: …casé por palabra de presente y velé según el rito de la Santa Iglesia de una parte a Sabino de Arana, soltero natural de Abando, Señorío de Vizcaya, de 34 años de edad, feligrés de esta parroquia, hijo legítimo de Santiago de Arana, natural de la dicha de Abando y Pascuala de Goiri, natural de Bilbao y de la otra a Doña Nicolasa de Achicaallende, soltera, de 26 años de edad, natural y feligrés de esta parroquia de mi cargo hija legítima de José María de Acha, natural de Busturia, Señorío de Vizcaya y de María Antonia de Iturri, natural de esta.
La hermana de Sabino, Paulina, que se encontraba presente en el acto, señala que ella fue madrina del matrimonio junto con su hermano Luis y ratifica el hecho de que les casase el párroco de Arteaga: Sabino se casó el 2 de Febrero de 1900, Primer Viernes, en la capilla de San Antonio de Abiña, con doña Nicolasa de Atxikallende e Ituŕi. Fuimos padrinos Luis y yo. Les casó el párroco de Arteaga. La comida fue en Sukaŕieta y en el tren de la una y media salieron para Lourdes. Sabino y su esposa cayeron enfermos en Lourdes y tras hacer una convalecencia en Ustaritz, volvieron a Sukarrieta donde se establecieron, tal como señala su hermana: De vuelta de viaje de boda regresaron a Sukaŕieta y Sabino, como tenía que asistir a la Diputación, pasaba muchos días en Bilbao.
Que Juan José Badiola compartió los afanes de Sabino Arana y el primer nacionalismo vasco sobre el euskera y la cultura vasca lo demuestra además su asistencia al Tercer Congreso de Estudios Vascos que la Sociedad de Estudios Vascos celebró en Gernika en 1922, sobre lengua y literatura. De nuevo, la memoria histórica transmitida por la familia del que aquí escribe proporciona el dato de que en la casa familiar de Gernika fue acogido el párroco de Gautegiz Arteaga para poder asistir a las sesiones de dicho Congreso, aquél en el que Jesús Mª de Leizaola y otros reivindicaron ante el rey Alfonso XIII, la creación de la Universidad Vasca.
Párroco en Santiago de Cuba
Juan José Badiola fue, además, hombre de grandes y profundas lecturas, y titular de una magnífica biblioteca en Gautegiz Arteaga, que desgraciadamente se dispersó, pero que muestra su afán cultural y su preocupación por sus parroquianos, preocupación que se extendió, no solo al ámbito cultural, sino también al deportivo, como atestigua el sacerdote Ángel Naberan, natural de Gautegiz Arteaga, quien en su libro Gautegiz-Arteaga (Un hito importante de la Historia vasca) recuerda el origen de la afición al fútbol en dicha localidad, por iniciativa del propio Juan José Badiola: En Atxarrea, junto a la muralla larga del recodo de la carretera hacia el alto de San Antolín, a kilómetro y medio del casco del pueblo, D. Juan Badiola, el inolvidable y santo párroco propio de esta parroquia durante 35 años, y que marchó después a Santiago de Cuba, llegando a ser allí Vicario general y Párroco de Puerto Padre, construyó a sus expensas un campo de futbol y dos boliches o ‘bolotoki’ para los jóvenes y niños, que todos los domingos por las tardes acudían para jugar y divertirse. Durante los años 1920 a 30 hubo mucha afición, habiéndose celebrado competiciones entre los pueblos de Gernika, Ibarranguelua y Arteaga).
A finales de los años veinte y recibido el correspondiente permiso eclesiástico, Juan José Badiola se trasladó a Santiago de Cuba, donde ocupó en la Curia Diocesana los cargos de vicario general y párroco de diferentes parroquias, entre ellas la catedral de Santiago de Cuba, donde fue bautizado el 19 de enero de 1935 Fidel Castro, siendo párroco Juan José Badiola. Después, y tras la guerra civil española, volvió a Gernika, donde falleció el día 9 de octubre de 1952, siendo enterrado en Gautegiz Arteaga. Siempre fue recordado por sus feligreses con cariño y admiración y todavía hoy perdura su recuerdo en la imagen que de Juan José Badiola, ya mayor, existe en el batzoki de Arteaga, imagen que tiene una leyenda en su parte inferior, la cual reza así: Juan José Badiola Gabikagogeaskoa. Arteaga-Gautegizko abadea. Bere lagun min Sabino Arana 1900-2-2an ezkondu zuena.