Joxebi Ramos/Aretxabaleta, Gipuzkoa. En la sala estaban varios familiares de don Severiano así como Aitor Antxia, que fue el que «motivó» para realizar este libro. Precisamente Antxia hizo un boceto rápido de la vida de Severiano. Posteriormente un familiar del sacerdote señaló que «siempre nos escribía en euskera, a pesar de estar fuera del contexto del euskera al trabajar en Africa y América. Siempre nos estaba pidiendo material para ponerse al día. Era una persona muy agradable y es la relación que hemos tenido con él».
Zigor Kintanilla leyó el comunicado que se había enviado desde el departamento de cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa, ya que no pudieron acudir al acto, teniendo en cuenta que el propio ente foral y el Ayuntamiento atxabaltarra colaborarán en la edición del libro.
La alcaldesa atxabaltarra, Ana Bolinaga, comentó que «Severiano murió a los 94 años. Yo digo que cuando nace un cura, que no muera el hombre que escogió caminar entre los pobres a través de su trabajo para con los que menos tenían. Este caminante incansable con un corazón de oro, debe de estar observándonos con su mirada cálida, en alguna cumbre con algún chamán».
La pobreza lo 'garroteó'
Fabio Javier Echarri pidió disculpas por no poder expresarse en euskera, y explicó cómo tuvo que realizar el trabajo de investigación para poder hacer el libro «Severiano era un excelente ser humano porque como él dijo, 'cuando llegué, esa pobreza me garroteó'. Era el 'Cura caminador' porque él, en unas malas condiciones, caminaba hacia todas partes y dormía allí donde le agarraba la noche».