Felipe Valenzuela. Probablemente, lo más importante para aquellos que dejan su tierra es descubrir cómo mantener el vínculo con ella. La Euskal Etxea (Arc de Sant Vicenç, s/n) es un centro cultural vasco que desde 1979 ofrece a los euskal herritarrak, aquellos que provienen del país del euskera, un punto de encuentro donde recuperar la cultura. Pero esta casa vasca también construye un puente entre diferentes culturas y ciudades, uniendo a la comunidad norteña con la catalana, a través de un abanico de actividades inclusivas y asequibles.
La Euskal Etxea se extiende por todo el mundo con decenas de centros. "Hay locales en Francia, Argentina... Todos tienen su propia identidad y el único requisito es mantener viva la cultura", explica Josune Aguirre, coordinadora del centro barcelonés. La casa vasca de la calle del Arc de Sant Vicenç propone actividades e itinerarios ligados al barrio: rutas históricas e intercambios musicales, a través de conciertos en diferentes bares de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.
La programación de la entidad se divide en tres grandes festivales: cine, música y literatura. El festival de cine, zinemaldia en euskera, presenta una selección de películas producidas en Euskadi y de habla vasca, algunas incluso proyectadas solo en el Festival de San Sebastián.
La fiesta de Sant Jordi
En abril, el centro continúa fomentando el acercamiento a la tradición catalana y enfoca todas sus actividades en celebrar el día de Sant Jordi. Euskal Etxea organiza durante el mes el Literaldia, un festival de literatura que lleva 14 ediciones en pie. "Trabajamos con universidades públicas, escuelas de idiomas o bibliotecas -comenta Josune-. La idea es organizar charlas con autores, presentaciones de libros, sesiones musicales…".
Una de las actividades más llamativas de esta edición es la presentación del libro Dies que duraran anys, del fotoperiodista Jordi Borràs, sobre los hechos del 1 de octubre.
Clases de euskera
Pero si por algo es conocida la Euskal Etxea es por sus clases de euskera. "Tenemos 13 grupos con una media de 7 a 10 alumnos", explica Jose Angel Odiaga Galletebeitia, profesor y coordinador de las clases de euskera que lleva desde el 2007 en Barcelona. Los niveles que ofrece el euskal corresponden al marco europeo (A1, A2...). Los grupos se organizan según los niveles y hay clases por la mañana, tarde y noche, a distancia o presencial. "Están dirigidas a cualquiera, ya sea si quieres perfeccionar tu euskera o aprender desde cero", relata Odiaga.
El año escolar sigue el de los centros académicos normales, de octubre a junio, y los alumnos son variados. "Tenemos desde jubilados hasta adolescentes. En muchas clases hay mitad y mitad de catalanes y vascos, pero en algunas hay incluso más catalanes".
La Euskal Etxea también ofrece clases en vasco para los que no quieren perder la lengua. "Yo voy a clases en euskera de trikitixa, un acordeón pequeño", comenta Pablo Navarro, escritor y socio del centro cultural. "Tienen talleres de conversación en euskera, pero me parecía más entretenido utilizar este idioma para aprender algo nuevo", explica Navarro, que llegó en 1999 a España desde Ecuador. "Vivía por el barrio y conocí a la euskal. Estoy muy enamorado de toda la cultura vasca y el centro es un dinamizador muy grande. Además, los festivales que organiza son por todo lo alto" , añade Navarro.
La Euskal Etxea permanece cerrada estos días por reformas, si bien abrirá a mediados de abril para estar lista en Sant Jordi.
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