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Asier Zaldua. El verano es época de reencuentros, pues las vacaciones nos permiten reunirnos con aquellos a los que no podemos ver durante el año. Este mes, un grupo de chicas de Urretxu y Zumarraga ha disfrutado de un reencuentro muy especial. Se han reunido con la argentina de la cuadrilla, Maite Muñagorri, tres años después de que esta volviera a su país de nacimiento.

Esta joven de 19 años tenía solo 4 cuando sus padres abandonaron Argentina. Era 2001, el año del famoso corralito, y vinieron a Euskadi en busca de un futuro mejor. Aquí aprendió euskera e hizo muchos amigos, pero llegó la crisis y en 2012 tuvieron que volver a Argentina. Para entonces, Muñagorri tenía 16 años y era una vasca más. Para ella fue muy duro despedirse de sus amigas y para estas también fue muy triste perder a su amiga argentina. Hace unos meses Maite se trasladó a Manchester, donde vive su hermana mayor. Desde entonces, las chicas de la cuadrilla han estado preparando el encuentro. Finalmente, se reunieron hace dos semanas en Gandía.

En la cuadrilla son doce amigas y en Gandía se juntaron nueve de ellas. La propia Maite Muñagorri y Miriam Fernández, Jone Godoy, Marta Landa, Elene Mendiola, Irati Osés, Nerea Pérez, Ane Retegi y Xila Slutzkin. Las ocho vecinas de Urretxu y Zumarraga llegaron antes que la argentina a la localidad valenciana y tenían pensado montar un recibimiento en toda regla (con globos y todo), pero Maite llegó antes de lo previsto y no les dio tiempo a preparar nada.

De todos modos, no necesitaron globos de colores para despertar la atención del resto de los usuarios de la estación de autobuses. Se bastaron con los gritos y los llantos provocados por la emoción. Tras varios días de playa y discoteca, el jueves la argentina volvió a Manchester y las vascas a Urretxu y Zumarraga.

VÍCTIMAS DE LAS CRISIS Fue la mala situación económica que vivió Argentina a comienzos de siglo la que llevó a emigrar a la familia Muñagorri-Sías. Vinieron a Euskadi porque aquí tienen parientes. Concretamente, en Leitza y Zumarraga. Maite recuerda que su padre fue el primero en venir. “No aguantó, por lo que después vino mi madre. Mis dos hermanos y yo pasamos medio año con mi padre en Argentina y después nos reunimos con mi madre en Zumarraga”.

Tampoco ha olvidado cómo fue conociendo a las que ahora son compañeras de cuadrilla. Aquí no conocía a nadie y seguro que aquella niña de 4 años agradeció que alguien se le acercara y le invitara a jugar. “Llegué en mayo y la primera que conocí fue Xila, pues coincidíamos en el parque. En la ikastola, mi primera amiga fue Nerea”.

Su padre consiguió un empleo en una fábrica y su madre trabajó de cocinera y llegó a abrir su propio restaurante, pero una nueva crisis volvió a golpear a esta familia. Maite recuerda bien el día en el que volvieron a Argentina. “Era el 4 de diciembre de 2012. El 3 de diciembre es el Día del Euskera y yo no pude celebrarlo con mis amigas en la ikastola, porque tenía que hacer las maletas”.

Como es lógico, tras 12 años en Euskadi, se le hizo duro volver. “Aquí estaban todos mis amigos y, además, para entonces yo ya era vasca. Mi cultura era la vasca. Afortunadamente, todo eso está ya superado. Eso sí, la despedida fue muy dura para todas las de la cuadrilla. Euskadi está a miles de kilómetros de Argentina y sabíamos que no iba a ser fácil volver a vernos”.

Durante estos tres años han contado con la ayuda de las nuevas tecnologías. “Menos mal que existen WhatsApp, Facebook y demás. Si tuviésemos que escribir cartas, como antes, seguro que alguna hubiera dejado de escribir enseguida”, bromea.

En Argentina sacó el título de Bachillerato y su hermana le propuso estudiar inglés en el Reino Unido. “Mi hermana es mayor que yo. En 2012 fue a Inglaterra y después también probó suerte en Argentina, pero enseguida volvió a Europa. Cuando tuvo su segundo hijo, mi madre vino a Europa para ayudarle y hace tres meses me reuní con ellas en Inglaterra. Quiero sacar el título de inglés y estudiar algún otro idioma. Vivimos en Manchester y estoy trabajando en un hotel”.

En cuanto se trasladó a Inglaterra, las chicas de la cuadrilla empezaron a preparar el encuentro. “Organizamos unas vacaciones en Gandía. El encuentro fue muy bonito. No están cambiadas, aunque sí un poco más grandes. Durante estos días hemos charlado y paseado, para ponernos al día. Con cada una tengo una relación diferente, por lo que he tenido momentos de intimidad con cada una de ellas. Y también hemos hecho algunas juergas, claro”.

Espera aprovechar su estancia en Inglaterra para volver a reunirse con sus amigas. Eso sí, cree que cuando finalice sus estudios volverá a Argentina. “Es mi país y tenemos que sacarlo adelante. Me gustaría ser profesora de inglés. Además, mi hermano vive allí y es con el que menos tiempo he compartido”. Las once urretxuarras y zumarragarras van a tener que estudiar y trabajar duro para viajar algún día a Argentina. Todo sea por la cuadrilla.