En el encuentro se dieron cita, según cuentan los medios vascos de la época, más de 10.000 personas. Entre esa multitud estaba presente el presidente de la Sociedad Laurak-Bat de Buenos Aires, Jose M. de Larrea. Que acudía con el mandato de la Comisión Directiva de este centro vasco bonaerense, de “colocar una corona en la tumba del maestro“.
Los organizadores del acto, no sólo permitieron la participación de este representante vasco venido de la diáspora, sino que le otorgaron la preeminencia y protagonismo que ese gesto merecía. De esa forma el primero de los dos discursos que se dieron ante la multitud reunida en torno a la tumba de Sabino Arana fue la del dirigente vasco-argentino.
El hecho muestra claramente la rapidez y profundidad con que el ideario nacionalista vascohabía calado en la comunidad vasca de Sudamérica.
Apenas habían pasado 14 años del Juramento de Larrazabal y 12 de la fundación de EAJ-PNV, y el Nacionalismo vasco tenía ya una estructura organizada al otro lado del Atlántico.
El ideario del nacionalismo vasco siguió extendiéndose por toda la diáspora a lo largo de los siguientes años, con una enorme fuerza e intensidad. Puede que incluso con mayor rapidez que entre los vascos que vivían en tierra vasca. De forma que tras la Guerra Civil, su papel fue fundamental, no sólo para la supervivencia del Gobierno Vasco en el exilio, sino (y sobre todo) para la supervivencia de aquella ingente masa de exiliados que tuvieron que salir de su tierra huyendo de la barbarie del fascismo español.
Hoy en día los vascos de la diáspora siguen siendo un elemento fundamental en el proceso de construcción de la Nación vasca. Pero no es malo recordar que hace ya más de 100 años, patriotas vascos de la diáspora tenían ese papel.
Les dejamos la crónica que en su edición del 15 de septiembre de 1907 se recoge en la publicación Irrintzi, que bajo los subtítulos “Dana Euskalerriagaitik eta Euskalerriarentzako”, “Jaun Goikua eta Lege Zarra o “¡Viva Euzkadi libre!”, se publicó en Maipu (Argentina) entre 1905 y 1923.
Aprovechamos esta ocasión para recomendar, de nuevo, la visita a la web de Euskaletxeak, donde (en Urazandi digital) se puede consultar una amplia colección de publicaciones de la Diáspora vasca en América.
(ver el artículo íntegro y el artículo pub licado por la revista vasco-argentina Irrintzi de 15/08/1907 aquí)