Un apretado calendario hizo que rechazara algunas propuestas y dar prioridad, después de cuatro años, al reencuentro con viejas amistades de San Nicolás, Rosario y Paraná. Tres localidades bañadas por el río Paraná (el segundo más largo tras el Amazonas) que nace en Brasil y se funde con el río Uruguay para desembocar en el río La Plata.
El repertorio que interpreté en los conciertos de Argentina estaba compuesto por canciones de mi última producción “Desiraren Kaia”, temas de la discografía y coincidiendo con el 80 aniversario del viaje de la selección Euzkadi de fútbol de la guerra civil homenajeé a los “gudaris del balón” con canciones como “Europako Jira”, Ilusioa, “FIFAren indarra”, “Zuri, gorri ta berde” o “Ameriketara”.
El estreno de esta primera etapa fue en la localidad nicoleña que visitaba por sexta vez, provincia de Buenos Aires. El escenario fue el Alambique Pub con una cena-concierto. Reencuentro con Damián Cebey, anfitrión culinario; Javier Tisera que me paseó por Canal 2, Radio U 89.9 o Radio FM Noba 102.9; Sebastián Hustu; Manuel Brogliatti y María Virginia Martínez, fans incondicionales de mi música; Silvia Quadranti; Luca Massimi,… A penas dos días para una estancia que siempre se hace corta.
La segunda parada fue en Rosario, capital de la provincia de Santa Fé, sin mucho tiempo para poder pasear por sus calles ni por la ribera del río. Tras degustar un boga, pescado de río junto a Ignacio Unzueta(propietario del hotel Euskadi), Carlos Ibarbia y Luis María Barrendeguy llegó la hora de la cena – concierto celebrado en la Euskal Etxea que compartí junto a la cantautora rosarina Caro Bossa y el grupo de música irlandesa Riordan Irish Folk. En Rosario, ciudad futbolera donde las haya, no pude complacer a parte del público con la canción “Aupa Athletic, carajo!”, en referencia al rosarino Bielsa cuyo paso por el Athletic se recuerda como una de las épocas más ilusionante y frustrada.
Y la primera etapa argentina finalizó en la capital de Entre Ríos, Paraná. Como escenario el Teatro 3 de Febrero que visitaba por sexta ocasión. Fue invitado para participar en el Festival anual de danzas que organiza la Asociación Urrundik a la que me une gran amistad desde el año 2001. En esta ocasión tuve el placer de colaborar nuevamente con los músicos Angel Oscar Giles, Ángel Rubén Darío Giles y Eli Gigena en un concierto preparado al detalle. Federico Borrás del programa “Presencia vasca” en la radio UTN Facultad Regional de Paraná realizó la presentación del evento y Urrundik me obsequió con un poncho típico argentino.
Y quiero dedicar unas líneas especiales a mi segunda etapa por ser la primera vez que tuve la oportunidad de viajar al norte de la Patagonia, concretamente a Viedma, la capital de Río Negro. Si en mis anteriores viajes a la Argentina la acogida siempre fue extraordinaria, en Viedma – Patagones, no por repetir la experiencia, dejó de sorprenderme. Nunca me acostumbro a ser recibido con tanta ilusión y tantas expectativas y nunca me conformo con el resultado que yo pueda ofrecer. Quizá porque siempre he creído que todas estas personas que llevan el sentimiento vasco como patria compartida merecen toda la admiración como para exigir condiciones estériles. Estas personas sacrifican buena parte de su tiempo y de su ocio y realizan un grandísimo esfuerzo humano y económico para dar a conocer la cultura, la lengua o el folklore vasco. Y cuando se esmeran en hacer mi estancia lo más agradable posible, me parece muy poco lo que yo pueda entregar porque al fin y al cabo, me dedico a ello y mi compromiso es en apoyar su labor. Por eso, en esta ocasión, mi guitarra y mi voz, se han convertido, nuevamente, en un instrumento de relación humana donde el mercantilismo no entra en mi filosofía, y sí, la humildad ante tanto derroche de sentimiento vasco sin distinguir si es vizcaíno, guipuzcoano, zuberotarra o navarro.
Participé en cuatro actos donde tuve el privilegio de dar a conocer mis canciones, exponer documentos, fotografías o vestimenta y ofrecer conferencias sobre el “equipo de gudaris” de la selección Euzkadi de 1937-1939, una historia desconocida no sólo en el País Vasco sino fuera de nuestras fronteras. Una historia que provoca emociones y lágrimas cuando realmente se conoce. Ojalá los políticos, clubes o federativos vascos se dignaran en tener la mínima sensibilidad por aquel equipo único en la historia del fútbol mundial que rechazó cualquier beneficio económico, que no obtuvieron nada a cambio y que dejaron sus familias y su patria para ayudar incondicionalmente a su gobierno en el exilio en París.
Fue un gran placer visitar Viedma y Carmen de Patagones. Fue una experiencia interesante compartir mi espacio en el Casino del Río, en la sala Cagliero y en el Concejo Deliberante.
Compartí una conferencia – concierto con alumnos de la Tecnicatura en Deportes de la Universidad de Río Negro (sede Atlántica), donde jamás habían oído hablar del País Vasco, ni conocían el euskera ni qué color tiene una ikurriña. Agradecidos, fui invitado a un asado en El Cóndor por el Profesor Francisco Rodríguezcomo anfitrión, junto al Lic. Fernando Marron (coordinador de la carrera y atleta), Prof. Néstor Hernández(ex gimnasta), Prof. Mauricio Vergauven “Batata” (piragüista) y el Dr. Rubén Suárez. Mencionar también al maratonista veterano César “Pipo” Troncoso.
Dejé en Río Negro una parte de mí pero me traje un sentimiento muy especial y la amistad rubricada con lágrimas sinceras de personas que se emocionan al descubrir nuestra historia, nuestra lengua y por ver cumplidas sus promesas. Un legado iniciado por los Basterra, Ansola, Gastaminza, González Arregui, Laviano,…
Milesker a todos los que han hecho posible mi visita a Viedma y Patagones: Rocío Basterra, César Gerar, Laura Arizcuren, Mercedes Barcos, Negri Borja, Cristian Echandi, Carina Arrizabalaga,… y a todas las personas que acudieron a los eventos en esta mi novena gira por Argentina.