El presidente del EBB de EAJ-PNV, Andoni Ortuzar, y la presidenta de Sabino Arana Fundazioa, Mirea Zarate, le han recibido esta tarde en Sabin Etxea para darle la bienvenida, ya que tras toda una vida en Venezuela Jon Mikel ha decidido venir a Bilbao para quedarse a vivir junto a su hija Nere.
Jon Mikel Olabarrieta es caraqueño de nacimiento y nieto de Eugenio Olabarrieta, último alcalde de Deusto, antes de su anexión a Bilbao.
Ingeniero de formación, Jon Mikel Olabarrieta siempre se ha significado por su abertzalismo. Durante el franquismo, fue uno de los miembros destacados de la Resistencia vasca a la dictadura desde el continente americano. De hecho, fue uno de los encargados, junto con José Joaquín Azurza, Kepa Lekue y Jon Gómez de la parte técnica de “La Txalupa”, la Radio Euzkadi que transmitió trece años (entre 1965 y 1977) desde el exilio venezolano, los mensajes e informaciones del legítimo Gobierno vasco, defendiendo siempre la causa nacional. Un trabajo titánico, realizado por voluntarios, exiliados vascos, con escasos medios en lo técnico y casi inexistentes en lo económico.
Olabarrieta fue también presidente del Centro Vasco de Caracas, donde siempre ha destacado como un miembro activo de la comunidad vasca en el país.
En las fotos (pinchar arriba en el link) podemos ver a:
- Andoni Ortuzar y Mireia Zarate, acompañando a Jon Mikel Olabarrieta y a su hija Nere durante la visita que han realizado al Museo del Nacionalismo Vasco de Sabino Arana Fundazioa, que puede contemplarse en Sabin Etxea.
- Buena parte del equipo de colaboradores de Radio Euzkadi en Venezuela. Agachados: el primero por la izquierda es Jon Mikel Olabarrieta, Santi Guruzeaga, Paul Agirre, Paulin Urresti, Guillermo Ramos y Peru Ajuria. De pie: Domeka Etxarte, Ricardo Libano, José Luis Atxa, Iñaki Erkoreka, Ixaka Atutxa, Pello Irujo, Iñaki Anasagasti, Iñaki Aretxabaleta, Iñaki Landa, Mikel Olasagasti, Juan Mari López, Jon Gómez y Kepa Lekue.
- Jon Mikel Olabarrieta, como presidente del Centro Vasco de Caracas, con el Lehendakari Carlos Garaikoetxea, en 1983, en una ofrenda floral ante el monumento al Gudari.