EEI / Donostia-San Sebastián. En mayo Etxepare puso en marcha la convocatoria para realizar residencias artísticas en Wroclaw, que permanecerá abierto hasta el próximo lunes. Hablamos con Aitor Gametxo para que nos cuente su experiencia.
-¿Cuál es la aportación que hacen iniciativas como la residencia artística que realizaste en Wroclaw?
Wroclaw o Donostia fueron capitales europeas de la cultura en 2016, pero en general, debería haber conversaciones o intercambios de este tipo en todas las ciudades. Creo que es muy positivo para reflexionar sobre ese concepto de “el otro”, siempre que ayude a ampliar el espectro de nuestro conocimiento y dejar a un lado los prejuicios y tópicos. De todas formas, para mantener esa conversación no es necesario salir de un país. Por ejemplo, en el caso que he trabajo yo, el caso de la comunidad sorda, hay mucho desconocimiento todavía y he querido utilizar mi trabajo para ampliar ese espectro. No se saben cosas como que la sordera es el único déficit que lleva asociado un lenguaje propio, que el lenguaje de signos no es universal o que en el País Vasco no existe un lenguaje de signos vasco. Esto genera interesante reflexiones sobre la identidad en el espectador
-¿La residencia artística que realizaste ha sido positiva para desarrollar tu faceta profesional?
Ha sido una oportunidad increíble para conocer otro país y sumergirme en su realidad. He seguido utilizando la misma metodología de trabajo que hasta ahora: plantear preguntas sobre un tema que no conozco y, a través de la cámara, tratar de responderlas. Y si surgen más preguntas, tratar de reflejarlas en la propia película. Quise convertir en película el propio proceso, y esa es la principal característica que diferencia al ensayo fílmico: reflexionar con la imagen sobre la propia imagen.
-¿Has tenido la oportunidad de presentar ‘Chicha Symfonia’ en otros lugares?
Sí, se presentó en Tabakalera (San Sebastián) en una exposición junto con el resto de participantes de ‘Joan Etorriak’. Además, fue seleccionada para competir en la sección oficial de Punto de Vista – Festival Internacional de Cine Documental de Navarra. Y en junio se presentará en Świdnica (muy cerca de Wroclaw) en el festival Okiem Młodych Jaialdian.
-¿Tienes algún otro proyecto entre manos?
Con ‘Chicha Symfonia’ el objetivo era realizar un trabajo solamente con imágenes, sin sonido. Ahora quiero hacer el ejercicio inverso y tratar de responder a la siguiente pregunta: ¿se puede hacer una película sin imágenes, sólo con sonidos? De esta manera me gustaría conocer la realidad de las personas ciegas. Ya existen trabajos sobre este tema, por ejemplo, la película ‘Branca da neve’ de João César Monteiro o el proyecto ‘Blind’ de Sophie Calle. A través del trabajo de campo que he realizado he podido saber las personas ciegas sueñan con imágenes o que las personas que han perdido la visión olvidan poco a poco las caras de sus seres queridos. Esto plantea reflexiones interesantes sobre la relación entre las personas ciegas y la imagen. En ese trabajo, que aún tengo por definir, me gustaría poner el foco en los sueños de las personas ciegas, la memoria y las experiencias; hacer una película con ellos y para ellos a través del sonido, el ruido, la voz y los silencios.