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En el recuerdo

Josetxu Berrozpe Mate

Josetxu Berrozpe Mate
José Jesús 'Josetxu' Berrozpe. En la imagen, recibiendo en 2012 el bastón de mando como alcalde del Gure Etxea de Tandil

29/06/2015 - Tandil, Argentina

Falleció el 29 de junio de 2015

Su esposa María Luisa Cartotto; sus hijos Esteban Sebastián (f), María Fátima, José Javier y María Belén; su hija política Susana Ferragine; sus nietos Ignacio, Valentina y Damiana Berrozpe y Tomás Marcassó; su hermana María Luz Berrozpe; sus sobrinos Ernestina, Manuel y María Luz Alonso; sobrinos políticos, primos y demás familiares participan a sus relaciones su fallecimiento y que sus restos, previo velatorio y oficio religioso realizado en la capilla del Cementerio, fueron inhumados ayer a las 16 en el Cementerio Parque Pradera de Paz.

El Centro Vasco-Argentino “Gure Etxea” participa con inmenso dolor el fallecimiento de nuestro amigo, socio vitalicio y primer alcalde de nuestra institución, acompañando a su familia y amigos en este difícil momento y rogando elevar una oración en su memoria. Goian bego.

María Valeria Aramburu escribe en Facebook:

Nuestro querido amigo Josetxu formó parte del Centro vasco Gure Etxea (nuestra casa) desde sus inicios en 1949. Hacía poco que había llegado desde Euskal Herria pero los vascos que ya vivían en estos pagos tardaron poco en enterarse que Josetxu tocaba el txistu y el acordeón. Ingresó él con su música y acompañó al primer cuerpo de baile con acordes de ecos pirenaicos. No sólo compartía el baile y la música en el Gure Etxea, sino que además viajaba a enseñar baile a otros centros vascos, porque desde aquella época, los vascos de la Diáspora se ayudaron entre sí para perpetuar su cultura.

Los años pasaron y con ellos también los cambios generacionales. Los más jóvenes disfrutamos siempre de la mirada serena y la voz pausada de Josetxu. Sus obligaciones cotidianas hacían que ya no pasara a diario por el centro vasco, pero sí nos lo encontrábamos en las fiestas. Si andábamos por el centro y entrábamos a su negocio, nos recibía con una sonrisa y palabras en euskara. 

Se disfrutaba mucho conversar con él. El tema, era recurrente. Su añorado Valle del Baztán, al que describía pueblo por pueblo, con sus ríos, sus puentes, sus árboles. ¡Ay, sus árboles! Apreciaba a los monjes benedictinos de Leire, el canto gregoriano y por supuesto el euskara. Él compartió libros y cintas de audio para que pudiéramos escuchar su lengua materna en hablantes nativos. Podíamos cantar juntos muchas canciones populares vascas y no hubo encuentro en el que no nos despidiéramos con un Agur, laster arte (Adiós, hasta pronto).

Formó una hermosa familia con su esposa María Luisa. Cuatro hijos lo acompañaron en todo, Fátima, Esteban, Javier y Belén. Tuvo la dicha de disfrutar de sus nietos (Nacho, Valentina, Damiana y Tomás) y la tristeza de ver partir a uno de sus hijos. Con la entereza que lo caracterizaba, aprendió también a vivir con ese dolor. 
Tuvimos el honor de conocerlo, de disfrutarlo, de contar con él, de compartir nuestros “San Fermines”. De transitar juntos esta vida hecha de encuentros y desencuentros, de celebrar nuestra cultura vasca respetando y agradeciendo siempre a nuestro país, Argentina. 

Hoy falleció Josetxu, uno de los pilares de nuestra casa, un gran compañero, un buen amigo. Probablemente haya sobrevolado por el Baztán en su partida. Los que quedamos acá, lo tendremos presente siempre, porque se ha ganado el espacio con su forma de ser, con sus acciones y con su compañía. 

Lo despedimos a lo vasco, con un Agur jauna, agur t’erdi (Adiós señor, adiós y medio) porque un solo adiós, es poco para despedir a un grande. Hasta siempre querido amigo y Eskerrik asko (muchas gracias).

Goian bego (Que descanse en paz).

Posteriormente, el diario La Voz de Tandil publica:

El día 29 de junio partió a la Casa del Señor una persona sumamente querida y respetada en el ámbito comercial y en la comunidad vasca José Jesús Berrozpe Mate (Josetxo). 

Vino al país en la corriente inmigratoria de los años 50, dejó su terruño y se lanzó a la gran aventura del continente americano, siendo Tandil su lugar de elección donde contrajo matrimonio con María Luisa Cartotto, hogar que fue bendecido con la llegada de 4 hijos y 4 nietos. 

Al año de su afincamiento en esta ciudad, sus padres y hermanas vinieron para acompañarlo. 

Trabajó en Arroyo de los Huesos, en Metalúrgica Tandil, en Cooperativa Agropecuaria y finalmente integró la sociedad de la confitería Rex; fallecido Manuel Alonso, decidió abrir una tabaquería y agencia de lotería en la que se desempeñó hasta hace muy poco tiempo. 

Fue de los primeros socios del Centro Vasco e integró la comisión, el coro, el cuerpo de baile y la enseñanza de danzas típicas en Rauch y otras localidades vecinas. 

Volvió a su patria en tres oportunidades, encontrándose con familiares, amigos y compañeros de colegio. 

El trabajo, la responsabilidad, el compromiso y la palabra justa fueron sus puntales y fue asesor de temas vascos, históricos y geográficos de su tierra natal y orientó a muchas personas respecto del significado y procedencia de sus propios apellidos. 

Al partir, dejó una estela de hombría de bien, honestidad, laboriosidad y entrega. 

“Lo extrañaremos mucho, pero tenemos la certeza de que está con Dios y se ha encontrado con sus seres queridos, especialmente su amado hijo. ¡Hasta siempre querido compañero de toda una vida!”. 

Tu esposa 



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