Mañana se inicia en Treviño la Korrika. Como en ocasiones anteriores, euskaldunes y euskaltzales de la Diáspora participarán de su recorrido y de su intención, sea sumándose a la carrera en Euskal Herria, o haciéndolo en alguna de las múltiples iniciativas que a lo largo de los países con presencia vasca se han organizado en su apoyo. Este año, además, con más intensidad y en más lugares que en la ñultima edición de hace dos años. Nuestra sección de noticias y la propia agenda dan fe de ello.
Mientras tanto, en Reno, hay gente que contempla con mucha preocupación las graves medidas que, en virtud de la actual situación económica, está tomando en concreto la Universidad de Nevada-Reno (UNR) y las autoridades de este estado norteamericano en su actual severísima política de ahorro y austeridad. Ya en años anteriores se han cortado fondos de importantes programas y han desaparecido o han visto su actividad fuertemente limitada relevantes centros académicos dependientes de la UNR. Las medidas ahora mencionadas inciden en ello y hablan de la eliminación, nuevo dimensionamiento, confluencia y desaparición de centros, programas y títulos, con la eliminación de varios centenares de puestos de trabajo.
Esta semana se han producido reuniones y el presidente de la Universidad, Milton Glick, ha remitido una grave carta [en la que menciona la supresión de fondos estatales de Nevada al CBS] que expresa el momento crítico que atraviesa el conjunto de esta institución universitaria en la que se asientan el Centro de Estudios Vascos (CBS) y la biblioteca de tema vasco más importante de las existentes en el mundo fuera de la propia Euskal Herria. Los cortes que podría sufrir la UNR podrían llegar a los 58,8 millones y, si se diera el peor de los casos, a los 100 millones de dólares, con una situación de cierre de buen número de programas e instalaciones.
En el CBS de Reno aguardan la decisión última de las autoridades políticas estatales, a inicios de este verano en ciernes. Siendo la situación general francamente grave, hay quien asegura que, a pesar de lo que expresa el documento del link que proporcionamos, los cortes no afectarían, al menos hasta 2012, a la marcha del Centro de Estudios Vascos o la Biblioteca Vasca, aunque hay también quien teme por el modo en que esto pueda afectar a corto plazo a la propia supervivencia del Centro de Estudios Vascos. En todo caso, el documento del presidente Glick no menciona, como sí hace en otros casos, la desaparición del CBS, aunque sí la posible cancelación de los importantes fondos estatales que hoy recibe.
Confiemos en que la sirena y las alarmas que se han encendido en Reno reduzcan su intensidad y la situación se reconduzca en los próximos meses. Seguiremos el tema de cerca.